Los empresarios alemanes retiran inversiones realizadas en el exterior
Los empresarios alemanes tienden a una liquidación de sus intereses en ciertos países, entre ellos España, como paso inicial para una readaptación de la presencia exterior de la República Federal a lo que parece una nueva etapa en la economía de este país. Según el doctor Carl Zimmerer, presidente de "Interfinanz" (Internationale Finanzberatung), con sede en Dusseldorf, "el número de ofertas de venta por empresas que se sienten amenazadas ha alcanzado un récord desde el final de la guerra». El propio señor Zimmerer ha manifestado a EL PAIS, que esta "tendencia incontenible a la venta" se observa de un modo palpable en España. «Solamente en Canarias hay seis grandes hoteles alemanes en venta, de ellos, dos de tres estrellas.» El director de "Interfinanz", empresa dedicada a orientar a las firmas alemanas sobre la situación de los países en los que desean establecerse, pasa por un "enfant terrible" de la economía alemana. En cuanto a la actividad interior de los capitalistas alemanes, estima que muchos empresarios no aprovechan verdaderas gangas de compra porque temen el efecto de la congestión empresarial, por la que los trabajadores tendrían una participación, aunque limitada, en la marcha de los centros de producción. Según el presidente de "Interfinanz" hay tres factores clave que definen las «dificultades por las que pasa el empresariado alemán»: Los vendedores de productos carecen de suficiente información sobre el mercado. Las negociaciones entre productores y adquisidores son excesivamente largas y suelen padecer fugas informativas o indiscreciones que dañan a las empresas..., y la difícil situación laboral del momento. Esto lleva a una venta masiva de empresas, especialmente en los sectores de la construcción, maquinaria, acero, relojería y fotografía, textiles, papel, calzado, caucho, conservas, chocolate, bebidas alcohólicas, imprenta transportes.En cuanto a las ventas en el exterior, el doctor Zimmerer ha citado tres países especialmente afectados: España, Suiza e Italia. En este último país, «prácticamente todas las propiedades alemanas dentro del sector industrial se han vendido ya a Estados Unidos». En cuanto a Suiza, los alemanes venden sus propiedades «porque, a pesar de la estabilidad de Berna, Suiza es un país con un número limitado de consumidores». España, "segundo país aún en las preferencias de los alemanes, a efectos de establecimiento industrial, después de Francia y antes que Portugal", se está convirtiendo en "incómodo" para los grandes capitalistas alemanes. «Los hoteles alemanes son excesivamente, grandes, padecen una verdadera sobrecapacidad, y resultan antieconómicos.» En cuanto a plantas de producción, el señor Zimmerer estima que los grandes industriales «temen el encarecimiento de la mano de obra». Hasta ahora, el empresariado alemán se beneficiaba del bajo nivel de salarios dominante en España.
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