El precatálogo artístico, un parche a la degradación del casco urbano

Sometido en la actualidad, a período de información pública, el intento del Precatálogo, Artístico y Monumental de Madrid, se destina a la manutención y conservación de determinados edificios, en base a una serie de criterios arquitectónicos, culturales, urbanísticos e históricos.Este deseo de resguardar el casco urbano de la ciudad, en cuanto que las zonas más antiguas están ubicadas allí, y trazan la historia y desarrollo de cualquier ciudad, es un proceso ya mantenido en otras urbes, tanto en Europa como de otros continentes. Parece ser que el Ayuntamiento de Madrid también se decide por esta actitud. Así, si el Precatálogo prosperase en firme, ciertos edificios se verían resguardados del actual proceso de renovación, del centro de Madrid.

Esta renovación se caracteriza por la transformación de usos, incidiendo en la, concentración de actividades del sector terciario. Esto conlleva la desaparición de los equipamientos colectivos (centros educativos, asistenciales, cívicos, etcétera) y provoca al mismo tiempo, la expulsión de la población residente hacia zonas suburbiales. Desaparece así el sentido de barrio y se ubican en estos espacios almacenes, oficinas y dependencias oficiales. Se contrasta de esta manera un centro urbano degradado con unas periferias desequipadas y faltas de infraestructura.

Algunos miles de edificios del casco urbano están inmersos en el intento del precatálogo. Nuestro barrio, el de Salamanca, constituye unos de los objetos de atención. Según la memoria de esta actuación urbanística, alrededor de 205 edificios, cuatro conjuntos ambientales (colonias de viviendas unifamiliares) y la Quinta de la Fuente del Berro, se preservarán de modificaciones que vayan a alterar su estructura.

El barrio de Salamanca está ligado al desarrollo del antiguo ensanche, previsto por el ingeniero Castro y edificado por el marqués de Salamanca. Siguiendo una estructura de cuadrícula, mantiene unas constantes de alturas y estilos, que dan al conjunto unas características comunes, aunque el proceso de renovación y la agresión especulativa han destrozado parte del entorno residencial.

El plan de reforma interior del antiguo ensanche, aprobado en el año 72, y las disposiciones complementarias que permiten la instala ción de locales para uso público de más de 2.000 metros cuadrados en algunas de las principales calles, constituyen uno de los marcos jurídicos de actuación que ampara el proceso de renovación.

De esta actuación general, si prosperase el precatálogo, se resguardarían algunos edificios aislados y ciertos entornos, siguiendo el resto las directrices del Plan de Reforma Interior del Antiguo Ensanche.

La Asociación de Vecinos de Salamanca, en agosto del año pasado, remitió un informe sobre el barrio, y la incidencia en su desequipamiento (colegios, centros benéficos y asistenciales mercados) y la transformación de usos de viviendas en actividades del sector terciario, que alteraban su carácter residencial y comercial del tipo medio. Hasta la fecha no se ha obtenido la mejor respuesta por parte del Ayuntamiento de Madrid.

El precatálogo es un parche, una solución parcial que protege alguna particularidad en concreto, pero que no contempla la actuación de toda una renovación que va a variar el carácter del casco urbano de Madrid. Cuando nuestro barrio dispone todavía de una estructura homogénea, a pesar de lo ya destruido, lo conveniente sería mentener el carácter de zona ambiental, donde se preservase, no sólo en un sentido de testimonio artístico o histórico solamente, sino en sentido habitable, con vida y con residentes. Los 205 edificios que menciona el precatálogo podrían subsistir, en medio de una maraña de zona tercerizada, y el entorno como barrio habría desaparecido por completo.

Una actitud ciudadana responsable, que marcase un deseo de, protección, tendría que considerar la Revisión del Plan de Reforma Interior del Antiguo Ensanche y de las actuaciones urbanísticas de la misma índole con la participación de todo tipo de entidades ciudadanas y Afectados, acorde con los intereses de la mayoría del vecindario. Esta revisión elaboraría unas normativas y disposiciones que declarasen toda la zona afectada como de protección ambiental, compaginando así los usos de tipo residencial y las actividades del sector terciario de una forma más racional que la seguida hasta la actualidad y que diese al centro de Madrid un carácter más habitable del hoy existente.