Fernández Ordóñez: "Este es un presupuesto veraz y sin maquillajes

«Los presupuestos no reflejan minusvaloraciones de gastos. No hemos realizado ningún maquillaje con objeto de presentarlos más vistosos.» En estos términos definió el ministro de Hacienda la primera característica de los Presupuestos Generales del Estado aprobados por el Gobierno el pasado día 15 de octubre, remitidos a las Cortes la pasada semana después de efectuar las matizaciones impuestas por el pacto de la Moncloa- y publicados ayer en el Boletín Oficial de las Cortes. La característica primera del proyecto de presupuestos denominada por el ministro fue la de su veracidad

En función de esta veracidad se ha tratado de prever las contingencias de gastos del próximo ejercicio con objeto de tener que evitar el recurso al crédito extraordinario. En el presente año los créditos extraordinarios tramitados han supuesto la cifra de 190.000 millones de pesetas, el 20% del total presupuestado el pasado año.A preguntas sobre si en el próximo ejercicio, entidades como RTVE, AISS o similares quedarán también con situación de dificultad para el pago de no minas por falta de consignaciones presupuestarias, el ministro señaló que se han tratado de prever todos los gastos y que el Gobierno asume costes heredados con los que se ha comprometido. Los Medios de Comunicación del Estado, por ejemplo, tienen una consignación de 2.000 millones y la AISS (antiguo sindicato vertical), 25.000 millones.

Otra de las características del presupuesto es su limitación, entendida ésta como recorte de las demandas sociales por razones de austeridad. En este aspecto, el señor Fernández Ordóñez dijo que un próximo Consejo de Ministros aprobará la supresión de diversos organismos considerados innecesarios. En esta línea se han congelado los sueldos de altos cargos, incluidas las más altas magistraturas, y se limitan los gastos consuntivos. «Esto supone poco ahorro -dijo el ministro-, pero es ejemplarizante.»

La coherencia con la política económica del Gobierno y con el programa aprobado en el pacto de la Moncloa es la tercera característica del nuevo presupuesto.

Finalmente, el ministro se refirió a la reforma como última característica. Con este presupuesto" entra en vigor la ley General Presupuestaria, que manda incorporar en un solo documento para su aprobación en las Cortes, el presupuesto del Estado, de los organismos autónomos y de la Seguridad Social. Además de lo que esto supone, el señor Fernández Ordóñez aludió a los proyectos de su Departamento para avanzar en los sistemas de control de los gastos públicos, así como a su racionalización. Déficit de 1977

Sobre la liquidación del actual presupuesto, el ministro señaló que no hay más que previsiones y que el trabajo intenso de preparar el presupuesto de 1978 ha impedido perfilar mejor. las cifras sobre la evolución del de 1977. Sin embargo, se estima que el déficit presupuestario superará los 80.000 millones de pesetas.A preguntas sobre la idea de que en un momento de austeridad el gasto del Estado debía ser el primero en quedar limitado y que en el actual presupuesto, el aumento considerado es del 23%, el ministro dijo: «Me alegraría que las Cortes consiguieran rebajar los gastos previstos, aunque me conformo con que no los aumenten.»Al aludir a los temas de la financiación del presupuesto, el ministro respondió que desde el pasado sábado, en que el Senado aprobó definitivamente la ley de Medidas Urgentes de Reforma Fiscal, se encuentra mucho más tranquilo sobre la financiación del presupuesto. La nueva ley tendrá unos efectos importantes sobre la recaudación en el impuesto sobre la renta, cuyas previsiones de ingresos están muy potenciadas en el proyecto.Acerca de los recortes practicados en las previsiones iniciales de gasto de los distintos ministerios, el señor Fernández Ordóñez dijo que éstas se habían realizado por acuerdo entre las partes, Hacienda y el ministerio en cuestión. El único presupuesto que no se ha tocado ha sido el de las Cortes, por considerar que era tema de exclusiva competencia de la Cámara, en el que no debe entrar el Gobierno.Objetivos del presupuesto

Combatir la inflación, paliar los efectos de la crisis económica, repercusión favorable en la balanza de pagos, provisión creciente de servicios sociales, mejora de la distribución de la renta y participación creciente en la financiación de los gastos de otros entes públicos, fueron los objetivos del presente presupuesto que el ministro enumeró.

La jucha contra la inflación se refleja en los acuerdos de la Moncloa: no apelar al Banco de España para financiar el presupuesto y financiar los 70.000 millones de déficit previsto con endeudamiento exterior y las inversiones del Fondo de Acción Coyuntural mediante emisión de deuda pública; incrementar la presión fiscal en un punto; financiar el déficit creciente de las empresas públicas, Io que supone una aportación del presupuesto de 49.000 millones de pesetas, con un incremento de 36.000 millones, y limitar el crecimiento de las retribuciones de los funcionarios, distribuyéndose el incremento dentro de un abanico que va desde el 15 % parla los de mayores ingresos, al 23,5 % para los niveles retributivos más modestos.

La actuación sobre el desempleo se desarrollará a través de los siguientes puntos: dotación adicional de 40.000 millones de pesetas para inversiones en escuelas, más 11.800 millones del crédito de 20.000 millones aprobado el 9 de agosto; aportación del presupuesto al Seguro de Desempleo de 60.000 millones, que unido a los 85.000 millones de la Seguridad Social y a los 6.000 del Fondo Nacional de Protección al Trabajo suman un total de 151.000 millones, lo que permitirá atender a 530.000 parados, y aumento de las plantillas de funcionarios públicos en 15.000 nuevas plazas.Por lo que respecta a la repercusión favorable en la balanza de pagos, el ministro señaló que los ingresos que se realicen con el exterior superarán los pagos en 15.000 millones, cifrándose en 70.000 y 35.000 millones, incluyéndose en esta última partida 19.000 millones correspondientes a la carga financiera de préstamos exteriores del Estado. La moderación en el aumento de las rentas salariales, determinada en el pacto de la Moncloa, tiene como contrapartida un incremento de rentas no monetarias, como consecuencia de un fuerte aumento en la provisión por el Presupuesto del Estado de servicios sociales (véase cuadros adjuntos).

El presupuesto tendrá, por último, un efecto importante en la mejora de la distribución de la renta. En este sentido, los programas de gastos redistributivos, que importan 273.000 millones, se dirigen a las siguientes finalidades: 14.000 millones para el PIO, 17.700 para el FORPPA, y 241.000 millones para gastos de transferencias de Carácter social (excluidos los de educación).Aprobación en Cortes

Aludió el ministro en su intervención, ante la prensa a su preocupación por el posible retraso que la aprobación de este presupuesto podía tener en las Cortes, ya que al tener que pasar por el Congreso y el Senado podría suponer un freno a la necesaria rapidez de su implantación.

En este sentido, señaló que en varios países el Senado no tiene competencia alguna en materia económica, y que en España había que arbitrar algún mecanismo -una comisión mixta, posiblemente- para no dilatar la aprobación del presupuesto en tanto no se apruebe la Constitución y se marcan claramente las reglas del funcionamiento.

(Desarrollo pormenorizado del presupuesto, en página 41)