Tres rostros de mujer
Presentada en el pasado Festival de Cannes, Tres mujeres, reconocida como el filme más interesante del certamen, tuvo que contentarse, sin embargo, con un premio de interpretación a Shelley Duval, quien junto a Sissy Spacek, en un personaje a su medida física y dramática. y Janice Rule, introvertída y muda, componen el trío que da vida a la película.Auténticas variaciones sobre la condición de la mujer americana actual, enfrentada a los hombres más que olvidada, refugiada en el fondo de un odioso falansterio, Altman analiza su particular soledad estudiando a la vez su compleja sociedad de provincias, tan lejos de los equivalentes ejemplos europeos.
Las tres mujeres, una dueña de un saloon de recreo, las otras, dos enfermeras de una clínica geliátrica, van conociéndose, mezclando entre sí sus vidas, pasando de la pura amistad a una cierta unidad común, compleja y dolorida, en la que sentimientos, amor, odio y recelo componen un solo personaje en el desierto desolado de una desconocida California.
Tres mujeres
Guión y, dirección: Robert Altman. Fotografía: Chuck Rosber. Música: Gerald Busby. Intérpretes: Shellev Duval, Sissv Spacek, Janice Rule, Estados Unidos. Dramático. 1977.Local de estreno: Cine Azul.
El hijo que no llegará a nacer, suplantado por pinturas angustiosas, la amistad entre las dos enfermeras que llevará a la más débil, en teoría, al borde del suicidio, vienen a configurar un perfil impresionísta de una América inhabitual, superado cuando no borrado por el agotamiento de viejos módulos ya inservibles. Ni el arte como evasión, ni el amor, ni el placer del alcohol olas armas serán capaces de salvar a una generación infantil y senil a un tiempo, tan perdida como los padres intentando hacer torpemente el amor entre las sábanas.
Se pensará, ante. la imagen sombría con que se pinta en esta historia a los hombres, hallarse ante un filme feminista, mas la desolación, el absurdo, atañe por igual a ambos sexos, como al viejo ideal de familia americana.
Altman, con una ambientación muy eficaz, lograda a base de escenarios naturales, con toques de humor que sirven de contrapunto eficaz a la tragedia, hace olvidar algún que otro tiempo muerto y una falta de rigor dramático en su estructura que se adivina olvidado intencionadamente. Quizá ello privara del gran premio a este filme, a estas tres mujeres a la vez duras y alegres, risueñas y sombrias, al amparo de una secreta tiranía, componen un tríptico interesante que tras Nashville y Mash hacen de su realizador uno de los más actuales y personales del cine americano.