Proyecto preautonómico de UCD para Andalucía

La UCD tiene ya elaborado un proyecto de estatuto para un régimen provisional de autonomía de Andalucía cuya característica principal es su carácter presidencialista.Teniendo en cuenta el precedente de la Generalitat catalana, UCD concibe esta preautonomía en el marco de la legalidad vigente, refiriéndola en concreto a la ley de bases del Estatuto de Régimen Local, de 1975. En consecuencia, el partido gubernamental considera que el régimen preautonómico andaluz tiene que ceñirse a funciones de gobierno y administración, excluyendo las legislativas en tanto no esté aprobada la Constitución.

El proyecto, ucedista propugna la institución de una presidencia, cubierta por designación del Gobierno, con funciones de representación y otras que se le asignen, y un Cabildo -siguiendo la denominación de Blas Infante- compuesto por un representante de cada diputación provincial y dieciséis miembros también designados por el presidente de entre los parlamentarios andaluces «en proporción a su representación en las Cortes».

Entre las funciones del Cabildo figuran: estimular la conciencia andaluza, asumir las competencias que le sean encomendadas por la Administración, y proponer la transferencia de otras competencias y los medios financieros adecuados. De entrada se le atribuye poder en lo relativo a la ordenación de¡ territorio, control de las inversiones estatales previstas en la región y control de los fondos de¡ seguro de desempleo, «con participación de las centrales sindicales».

Se formaría, asimismo, según este proyecto, una comisión permanente del Cabildo, integrada por diez parlamentarios que serían también designados por el presidente y, por último, la propia Asamblea de Parlamentarios se constituiría en comisión informativa y de asesoramiento.

La importancia atribuida al presidente regional en cuanto al nombramiento de los miembros de los demás órganos podría ser el primer escollo serio en las conversaciones, de la ponencia formada por los parlamentarios en su última reunión, ya que la izquierda se opondrá con toda seguridad a institucionalizar cualquier germen de presidencialismo en la región andaluza. «No queremos ningún Tarradellas en Andalucía-» declaró Alfonso Guerra en el último pleno de la Asamblea de Parlamentarios.