El Cossío
Justo en el momento en que la fiesta de los toros inicia su decadencia y, como consecuencia, empieza a perder significación en la vida española, aparece el tratado técnico-histó rico Los toros, de José María de Cossío. Seguramente no pretendida por su autor esta oportunidad de su aparición, Los toros va a servir, desde entonces, como obra de estudio y consulta del fenómeno taurino en toda su dimensión, pero también como conservatorio de las muy numerosas suertes del toreo y de las muy acusadas características de las castas, que los sucesivos fenómenos de la tauromaquia, con sus imposiciones y sus influencias, hacen desaparecer.Esta obra monumental es la única de carácter enciclopédico que da respuesta global a la preceptiva taurina, si bien lo hace con objetividad tan escueta, que a menudo desemboca en la frialdad. El autor no toma partido por ninguna de las opciones que plantea el estudio de la historia del toreo y el de la misma técnica taurina.
Tanto ha identificado el público al autor con su obra, que ésta no se . conoce por su verdadero nombre, Los toros, sino por El Cossío. Lo cual es una forma de reconocimiento permanente a una tarea ardua, que ha tenido el más espléndido, resultado. El Cossío posee hoy la misma vigencia que en la época de su aparición, hace ya más de treinta años. Esta es su universalidad.