Schmidt pide en el Parlamento alemán una"acción conjunta" contra el terrorismo

, El canciller federal alemán, Helmut Schmidt, se dirigió ayer al Parlamento para informar de los últimos acontecimientos terroristas que han tenido por blanco la República Federal. En los medios políticos se anuncia para los próximos días la promulgación de nuevas leyes antiterroristas.

Según Schmidt, el objetivo inmediato del Gobierno era salvar las vidas de Schleyer y de los pasajeros del avión secuestrado. Había también que detener a los autores de ambos secuestros y llevarlos ante los tribunales, preservar la confianza de los ciudadanos en los órganos de gobierno, manteniendo la inflexibilidad frente a la coacción.El canciller calificó a Schleyer de «persona non cómoda para el Gobierno», aludiendo a su resistencia a las reformas dentro de las empresas en materia de cogestión empresarial. Schmidt recalcó el papel trascendental del embajador de Somalia en Bonn, quien calificó de «hermano negro y buen samaritano».

También fueron calurosamente recibidas las referencias del jefe del Gobierno a la operación llevada a cabo por el comando especial «GSG 9», de la policía de fronteras, en el aeropuerto de Mogadiscio. Este comando debe ser, según palabras del canciller «un ejemplo para nuestra juventud».

El canciller ha responsabilizado de la aparición en las celdas de las dos pistolas con las que se suicidaron Baader y Raspe al Gobierno regional, presidido por el democristiano del ala más conservadora Fillbinger, jefe del Gobierno de Baden-Wuerttemberg. El canciller ha abogado también por una inmediata aprobación de una convención antiterrorismo, que desde hace meses solicita Bonn en las Naciones Unidas.

«Corresponsabilidad» en la lucha antiterrorista

Ua nota dominante en la intervención del jefe del Gobierno y en las de los siguientes oradores (Kohl, jefe democristiano; Wehner, jefe de la fracción socialdemócrata en el Bundestag, y Mischnik, titular de la del Partido Liberal) ha sido la de la «corresponsabilidad de todos los partidos y fracciones» en la lucha contra el activismo armado.

Schmidt manifestó que, respectó del procedimiento elegido para la solución del secuestro de Schleyer y del avión de Lufthansa, «todos hemos asumido conjuntamente la responsabilidad de esta misión». Esta «misión conjunta» debe continuar en el futuro, según sus palabras, aunque no se trata de crear una nueva gran coalición «porque el sistema parlamentario requiere que existan las controversias naturales».

Nuevos proyectos de ley

El jefe democristiano Kohl ha dicho, a su vez, que «los hechos han dado la razón a las tesis democristianas sobre el terrorismo», y recordó que próximamente se debatirán en el Parlamento los proyectos de ley para una lucha más eficaz contra el activismo armado, que pueden incluir hasta el control de la correspondencia.

Al principio de la sesión, el presidente del Parlamento, el democristiano Carstens, definió a Schleyer como un hombre que «había contribuido poderosamente a elevar el número de puestos de trabajo en Alemania, amante de la libertad, tolerante y con una gran capacidad creadora», atributos que no veían en Schleyer las centrales sindicales ni la izquierda crítica.

Dimite un ministro

Entre tanto, el ministro de Justicia del estado de Baden-Wuerttemberg, Traugott Bender, cristianodemócrata, dimitió ayer de su cargo, a causa de los misteriosos suicidios de tres terroristas en la prisión de Stuttgart-Stamnheim.

Bender presentó su dimisión, que fue aceptada, durante una reunión extraordinaria de la fracción cristianodemócrata del Pariarnento de este estado. Su renuncia se produjo tras la del director y la deljefe de seguridad de la cárcel de Stuttgart.

Se espera el recrudecimiento del terrorismo

Tras la muerte en circunstancias no aclaradas de Andreas Baader, Gudrun Ensslin y Jan Carl Raspe en la prisión de Stuttgart, las autoridades alemanas esperan, de un momento a otro, el recrudecimiento de las actividades terroristas en el país.

Según los cálculos más aproximados, el número de grupos terroristas de Alemania Federal que mantienen relaciones con la internacional terrorista se eleva a diez, y en los mismos militan unos doscientos miembros, apoyados por una amplia base de «simpatizantes».

Ayer, una llamada anónima a los medios de prensa de Marsella anunció que «cien mil atentados con explosivos van a destruir en Europa la infraestructura de la economía alemana». El autor de la llamada se identificó como portavoz de la «fracción del ejército rojo del sur de Francia».