Virtual estado de sitio en Nicaragua

Los hechos que se suceden en Nicaragua parecen dar la razón a Ernesto Cardenal, el más genuino representante de la oposición a la dictadura de Anastasio Somoza, en el sentido de que los ataques de guerrilleros sandinistas a guarniciones militares en las fronteras de Honduras y Costa Rica no son más que el comienzo de una acción más amplia encaminada a derrocar el actual Gobierno. En efecto, ayer se produjeron nuevos y violentos enfrentamientos entre sandinistas y la guardia nacional de Nicaragua en poblaciones muy próximas a Managua y en algunos barrios de la propia capital.

Informaciones solventes indican que las principales ciudades de Nicaragua se encuentran en virtual estado de sitio. Las clases en institutos y escuelas de Managua han sido suspendidas, y los principales edificios de la ciudad, incluidos hoteles, aparecen custodiados por fuerzas del ejército. Las mismas fuentes aseguran que tanques y vehículos blindados patrullan por las principales calles de Managua.Las acciones más importantes de los guerrilleros sandinistas se produjeron ayer en la ciudad de Masaya, la segunda del país, situada a treinta kilómetros al este de Managua. Los atacantes volaron un jeep de la guardia nacional y trataron de ocupar la jefatura de policía de la ciudad. En la población de Esquipulas, a poco más de doce kilómetros de Masaya, también se produjeron enfrentamientos. En la capital nicaragüense, los guerrilleros atacaron un convoy de tropas que se dirigía hacia Masaya para reforzar las guarniciones de dicha ciudad.

La guardia nacional informó de los ataques a Masaya, pero no hizo ninguna alusión a los choques habidos en Managua. También reconoció que se habían producido bajas, pero sin señalar su número. Informes extraoficiales indican que al menos veinte muertos y más de treinta heridos es el saldo final de los choques de ayer en distintos puntos del país.

El Gobierno de Anastasio Somoza, por medio del secretario de Información, el general Bermúdez, acusó abiertamente a Cuba de financiar los ataques y la preparación de los guerrilleros. Bermúdez aseguró poseer pruebas de que La Habana destina medio millón de dólares mensuales para el entrenamiento de los sandinistas, que tienen sus bases en puntos de Costa Rica y Honduras.

Por su parte, el poeta y revolucionario nicaragüense Ernesto Cardenal rechazó anoche ser el autor intelectual del ataque del Frente Sandinista de Liberación Nacional a la población de San Carlos en la frontera de Nicaragua con Costa Rica.

En una conversación exclusiva con la agencia IPS, Cardenal acusó al jefe del Estado nicaragüense, Anastasio Somoza, de ser «el único instigador que ha habido, porque mientras Somoza esté en Nicaragua no podrá haber paz y siempre existirán brotes de rebelión de ese pueblo que no se doblega ante la dinastía dictadora».

Estas acciones habrían costado más de cincuenta bajas al ejército somozista.