Maestros de escuela interinos

Ya es hora de que los gobernantes se dejen de teorías (viajes, reuniones, discursos) y se dediquen a la práctica, a solucionar problemas concretos y resolver injusticias sociales, como las de los maestros interinos.Los interinos tienen los mismos estudios y título que los maestros funcionarios. Les falta haber hecho unas oposiciones, donde muchas veces para ganarlas se ha necesitado filtro político o tener enchufe.

Haciendo el mismo trabajo el funcionario y el interino, cada mes cobra el interino 10.000 pesetas menos. Gran ahorro para el Ministerio de Educación a costa del sacrificio económico del interino y su familia.

Veintitrés mil pesetas cobra al mes un interino. Este sueldo, en Barcelona, es para pasar muchas privaciones una familia, casi hambre.

El interino tiene un contrato anual y siempre tiene la duda y los nervijos de punta por saber si el curso próximo tendrá o no trabajo. Tampoco tiene seguro de desempleo. Su preocupación es grande.

Tampoco tiene antigüedad, ya que los años de servicio no cuentan para cobrarla.

Tiene que hacer el peor trabajo en el colegio y ser trasladado a aquellos pueblos lejanos. Cuando él recibe el nombramiento, los maestros funcionarios ya han elegido pueblo y curso. El interino -25 de septiembre- no sabe todavía si tendrá trabajo o no.

Estas son las condiciones en que se desenvuelven estos trabajadores de la enseñanza, los formadores de los hombres de mañana.

Sobran discursos y teorías. Hace falta resolver con urgencia los problemas concretos. El de los maestros interinos es uno.