Venezuela quiere salvar la unidad de la OPEP

Mientras Venezuela se apresta a organizar la conferencia plenaria de los Países Productores y Exportadores de Petróleo -OPEP-, prevista para el próximo mes de diciembre, bajo el signo de la conciliación y la moderación, surgen posturas encontradas con respecto a cuál debe ser el incremento aplicado a los precios del crudo en 1978. Venezuela se inclina por un aumento del 7%, en tanto que Argelia -otro de los fuertes- postula un 15%.

Dos puntos esenciales debatirán los trece miembros de la OPEP en Caracas: nuevo precio de los, crudos y sustitución del dólar como patrón monetario de la organización, incorporando el DEG (Derechos Especiales de Giro).Sobre los preparativos de la conferencia gravita el fracaso de la precedente, también celebrada en diciembre, sólo que en 1976 y en Qatar. En aquella ocasión, la postura de Arabia Saudita, secundada por los Emiratos Arabes del golfo Pérsico, contraria a incrementar los precios del crudo más de un 5% a lo largo del presente año, se enfrentó con la de los restantes miembros, partidarios de aplicar una subida del 10 % durante los seis primeros meses, a la que habría que añadir otro 5 % adicional a partir del 1 de julio. El balance de la conferencia de Qatar fue, obviamente, la primera escisión en el seno de la OPEP, desde la escalada de los precios de 1973. El resultado fue el establecimiento de un mercado paralelo, entre Arabia Saudita y los Emiratos -poseedores de las mayores reservas- y los restantes países productores.

Tras varios meses de tensión interna, se iniciaron las negociaciones para reunificar los precios y, sobre todo, evitar que la ruptura se consolidara. Los primeros intentos en tal sentido fueron protagonizados por el propio emir de Qatar, secundado por el dirigente kuwaití. Pero el empujón final a este propósito, materializado en una equiparación de los precios a partir del 1 de julio, situándolos a un nivel del 10% de aumento sobre los de 1976, fue protagonizado de alguna manera por Venezuela, apoyada en la buena disposición saudita, tras unos meses de intransigencia. Al final del proceso negociador, los países mayoritarios renunciaron a su proyectado incremento, del 5 % en julio, con leves, reticencias políticas por parte de los más radicales -Libia, por ejemplo-, al tiempo que Arabia Saudita y los Emiratos se avenían a incrementar en otro 5 % el precio de sus crudos.

La postura de un miembro de la OPEP expuesta más recientemente ha sido la de Argelia, que se ha declarado partidaria de incrementar en un 15% los precios del crudo para 1978.

La tesis argelina sostiene que sól9 a través de un incremento de ese tipo, que puede ser perfectamente absorbido por las economías de los países industriafizados, se potenciará la investigación y utilización de otras fuentes y recursos energéticos necesarios para elfuturo de la economía mundial. Por otra parte, Argelia estaría dispuesta a patrocinar un acuerdo según el cual se establecería una paridad entre el precio del petróleo y los efectos de la inflación.