Más de medio millón de personas reclamaron autonomía para el país Valenciano

Unos 800.000 valencianos, según datos del servicio de orden, y entre medio millón y 600.000, cifra confrontada en fuentes diversas, solicitaron la autonomía para el País Valenciano la tarde del pasado domingo, 9 de octubre. Hace 739 años, Jaime I, entró en Valencia para crear un reino con fueros propios en el marco de la corona de Aragón. El Día del País Valenciano ha sido una de las jornadas más emotivas vividas por los valencianos los últimos tiempos. Multitud de banderas utilizadas de múltiples fórmas invadieron la ciudad desde primeras horas. Con frecuencia eran enarboladas desde coches y autobuses. Tres concentraciones de signo distinto se desarrollaron mañana y tarde sin incidentes destacables.

Parlamentarios, partidos no parlamentarios y autoridades habían pactado un programa de actos unitarios, completado con la espontánea concentración del final de la Marxa per L´Autodeterminació i L`Autonomía en las torres de Serrano.En el palacio de la Generalitat los parlamentarios de Valencia recibieron a los de Alicante y Castellón para trasladarse a pie al Ayuntamiento donde celebraron sesión del Plenari. Desde entonces se integraron en la tradicional procesión cívica que la ciudad celebraba, transformada este año en un acto de afirmación regional. Gran número de comisiones falleras particíparon con banderas con la franja azul y pancartas del más diverso signo: Esta es la senyera de la nación valenciana que pide autonomía, Autonomía para toda la región. Los «slogans» gritados al descenso de la bandera de la ciudad desde el balcón del Ayuntamiento fueron dirigidos contra el centro regional de televisión (Aitana Valenciana), el diputado de UCD señalado como posible presidente a la Generalitat, Burguera, dimisión y catalanes (Somos valencianos no catalanes, fuera catalanes). Una pancarta de este tipo motivó que el parlamentario catalán Julio Busquets, invitado con políticos de otras regiones, se apartase de la concentración.

Las intervenciones del presidente del Lo Rat penat (El murciélago) y del alcalde, Miguel Ramón Izquierdo, bajo la estatua de Jaime I estuvieron dedicadas a recordar los antecedentes históricos de la fiesta. Miguel Ramón Izquierdo se refírió a «levantar la bandera de la unión» entre los valencianos, para añadir «lo que tenga que separarnos olvidarlo, lo que nos tenga que unir reforzarlo».

Paralelamente, en la plaza de los Fueros, a espaldas de las torres de Serrano, militantes de grupos no parlamentarios especialmente que habían participado en la Marxa, cubrieron las almenas y edificios con senyeras de las cuatro barras y banderas republicanas, en medio de un ambiente festivo y gritos de País Valenciá. Las intervenciones de Alberto García Estévez y Josep Guía fueron dirigidas a denunciar la degradación del medio ambiente con.la entrada del capital multinacional, la situación de los presos políticos y comunes, la autonomía «que no esté hecha de espaldas al pueblo»

La gran manifestación autonomista de la tarde, convocada en la plaza de San Agustín bajo el lema de todos unidos por el estatuto, inició su marcha a las cinco de la tarde para finalizar a las ocho. Las cabeceras integradas por el plenario de parlamentarios, lideres sin partidos con representación parlamentaria y algunos miembros de la Corporacion municipal. (alcalde y presidente de la Junta Central Fallera) fueron rebasadas por un numeroso grupo de Convenció Republicana, (PCE-ML), antiguo FRAP y miembros de cornisiones falleras. Ambos provocarían el único serio altercado de la jornada al contusionar a miembros del servicio de orden y prensa cuando ascendieron a la cabina presidencial finalizado el parlamento de la manifestacIón en actitud violenta.