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Pleno del Congreso

El Gobierno y UCD, flexibles de cara a la reunión de la Moncloa

La sesión de la tarde ofreció menos interés político que el debate sobre la enmienda a la totalidad, pero produjo unos eficaces resultados legislativos, que permitieron mejorar el texto gubernamental de modo notable. UCD se mostró flexible en varios puntos, lográndose consenso general sobre temas que habían venido siendo muy controvertidos entre el Gobierno y la Oposición. Desde el Poder, todo parecía prepararse en favor de la reunión de hoy, en la Moncloa.

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En el artículo primero, Alianza Popular y los comunistas coincidieron en reivindicar el control parlamentario exclusivamente para el Congreso de los Diputados. Ninguno de ambos partidos tiene grupos parlamentarios en el Senado y son pocos los miembros de la Alta Cámara afines a sus respectivas ideologías. Las argumentaciones que emplearon tanto el señor Fraga como el señor Solé Turá se centraron, en todo caso, en el origen popular del actual Congreso de Diputados.La enmienda sólo obtuvo treinta votos favorables (AP y comunistas), 145 en contra (UCD) y 135 abstenciones de las restantes minorías.

No prosperó tampoco el texto del Gobierno, que aludía al ejercicio del control parlamentario, sino la propuesta socialista, que concretaba el ámbito del artículo al voto de censura y a la cuestión de confianza, complementada con la alusión, propuesta por la minoría vasco-catalana, a las relaciones entre el Gobierno y las Cámaras. El texto aprobado por unanimidad dice así: «Hasta el momento de la entrada en vigor de la Constitución, las relaciones entre el Gobierno y el Congreso de los Diputados y el Senado, en lo que se refiere al voto de censura y a la cuestión de confianza, se regirán con carácter provisional por la presente ley y, en lo no previsto en ella, por los reglamentos de una y otra Cámara.»

En el artículo segundo se replanteaban las peticiones de AP y de los comunistas de excluir al Senado, pero ambas enmiendas fueron retiradas, a la vista de la primera votación sobre el tema.

El grupo socialista insistió, en cambio, por boca de Gregorio Peces-Barba, en defender la preponderancia del Congreso de Diputados sobre el Senado en materia de control parlamentario. La enmienda fue derrotada por escaso número de votos -dieciocho-, gracias a la abstención comunista, a pesar de que la propuesta socialista parecía más próxima a la defendida en principio por los comunistas. La enmienda socialista obtuvo 131 votos a favor (AP, grupos socialistas y mixto), 149 en contra (UCD) y 32 abstenciones (minorías vasco-catalana y comunista). Hay que tener en cuenta que estaban ausentes diputados de todos los grupos, en total casi cuarenta.

Como texto del artículo segundo fue aprobado el propuesto por la minoría vasco-catalana, por 175 votos favorables, ninguno en contra y 144 abstenciones (socialistas, comunistas y AP). Dice así: «Las mociones que indiquen censura al Gobierno o a cualquiera de sus miembros se presentarán, en la forma prevista en el artículo siguiente, ante la Mesa del Congreso de los Diputados o ante el Senado, según corresponda.»

Sobre el artículo tercero, que establece quién podrá proponer mociones de censura, dominó el criterio -frente al texto gubernamental, que hablaba sólo de cincuenta diputados o 35 senadores-, de que también esté legitimado para ello un grupo parlamentario. Los comunistas, que propugnaban un mínimo de dos grupos, se adhirieron a las propuestas de AP y de los socialistas. Asimismo fue aceptada la propuesta del grupo mixto y del diputado Emilio Gastón en favor de un tope máximo de diez días para el debate de estas mociones.

Tras un descanso para redactar un texto refundido, fue aprobado por unanimidad el siguiente: « Para proceder a su inclusión en el orden del día que corresponda, las mociones de censura deberán ser presentadas por escrito en el que se detallen los motivos en que se fundan y estar firmadas por un grupo parlamentario de la Cámara correspondiente, por cincuenta diputados o por 35 senadores, según proceda. Las mociones de censura no podrán debatirse hasta que transcurran cinco días a contar desde el siguiente a su presentación, ni después de los diez siguientes a esta fecha. Previamente, se repartirán a todos los diputados y senadores, con tres días de antelación.»

Para el artículo cuarto, en el que debatía fundamentalmente los debates sobre mociones de censura serían en sesión conjunta o separada de las dos Cámaras, y una vez rechazada la propuesta socialista de que se votase en primer lugar este principio, el diputado Martín Oviedo, de UCD, informó en la explicación de voto que el grupo gubernamental se adhería a la enmienda de la minoría vasco-catalana. Una vez rechazadas todas las restantes, para las que UCD votó siempre en contra y los socialistas a favor, se aprobó por unanimidad la enmienda vasco-catalana que establece el debate separado, en principio, de las dos Cámaras, pero no niega la posibilidad de sesión conjunta. En el momento de la votación final, se produjo una ligera confusión, cuando los diputados comunistas se pusieron en pie sólo en el último momento.

Según el texto finalmente aprobado, la moción de censura será debatida en el Congreso o en el Senado, según corresponda. El debate tendrá tres turnos a favor y tres en contra. El Gobierno se reserva la posibilidad de consumir el último turno en contra y rectificar en último lugar.

El artículo quinto, que finalmente fue considerablem ente alargado respecto al texto del proyecto, quedó aprobado tal como lo proponía la minoría vasco-catalana, con la adhesión del grupo gubernamental.

Durante la votación de la enmienda socialista se produjo un incidente al protestar los secretarios socialistas de la Cámara por cómo se había realizado el recuento de votos. El portavoz señor Peces-Barba pidió votación nominal, lo cual fue rechazado por el presidente del Congreso, señor Alvarez Miranda, quien finalmente decidió que se volviera a realizar la votación, al final de la cual fue rechazada la enmienda socialista. La razón de la confusión estaba en que durante el primer recuento había entrado en la sala el diputado comunista Marcelino Camacho, con lo que no se sabía a ciencia cierta si su voto había sido computado o no. La enmienda socialista lue rechazada por 149 votos a favor, 152 en contra (los de UCD) y quince abstenciones (la minoría vasco-catalana).

Finalmente se aprobó la enmiénda vasco-catalana, con 177 votos a favor (los de este grupo más los de UCD), ninguno en contra y 149 abstenciones.

Según la nueva redacción, el artículo quinto establece que la moción de censura será debatida sucesiva y separadamente en ambas cámaras, y resuelta, en caso de que las decisiones fueran contradictorias, en una sesión conjunta del Congreso y el Senado.

El debate sobre uno de los temas claves del proyecto de ley -la cuestión de confianza- contempló duros ataques de los señores Fraga y Peces-Barba y una explicación por parte del señor Pérez Llorca (UCD), quien defendió la necesidad técnica de regular esta materia.

Lás únicas enmiendas mantenidas fueron las del grupo socialista -rechazadas por una diferencia de treinta votos y con 35 abstenciones (grupos vasco-catalán, mixto y comunista)- y la de la minoría vasco-catalana, que, apoyada por UCD, obtuvo 161 votos favorables y 136 abstenciones.

Según el texto aprobado, el Gobierno podrá plantear en el Congreso o en el Senado la cuestión de confianza sobre un proyecto de ley que incorpore las bases de su actuación programática y que quedará aprobado si en las veinticuatro horas siguientes no se presenta la moción de censura.

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