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Gobierno vasco

El símbolo de las libertades

Cuarenta y un años después de su constitución, el Gobierno vasco que preside Jesús María de Leizaola celebró ayer el que será probablemente su último aniversario. Así lo anunció en cierto modo el propio lendakari, en entrevista concedida a EL PAIS, al señalar que para antes de fin de año esperaba ser relevado por el organismo autónomo que se establezca al amparo del régimen transitorio. Este último aniversario ha sido, a la vez, el primero que los vascos han podido celebrar públicamente para reivindicar su autogobierno.Incluso la constitución del Gobierno vasco, el 7 de octubre de 1936, hubo de hacerse en un clima de secreto por temor a que la concentración de políticos vascos en la Casa de Juntas de Guernica fuese aprovechada por la aviación alemana para una liquidación masiva. Los alcaldes y concejales de Euskadi que todavía era republicana -Vizcaya.y una estrecha franja de Guipúzcoa, hasta Deva- fueron citados en Guernica para elegir al presidente del Gobierno vasco.

El líder de los nacionalistas, José Antonio de Aguirre, fue elegido lendakari prácticamente por unanimidad. El primer Gobierno se constituía a continuación con cuatro miembros del PNV, tres el PSOE y uno de Acción Nacionalista Vasca, PCE, Izquierda Republicana y Unión Republicana. En el exterior de la Casa de Juntas, algunos batallones influidos por el jagi-jagi habían colocado una gran pancarta: «Estatuto, no. Independencia, sí.»

El estatuto que los vascos habían empezado a elaborar cinco años antes en Estella, recién instaurada la República, con el propósito de organizar la convivencia pacífica de los vascos, era aprobado finalmente en las Cortes de Madrid, el 1 de octubre del 36, para conducir la guerra en el frente de Euskadi. Las atribuciones que iba a tener el Gobierno vasco hablan sido sensiblemente recortadas a través de la navegación en las Cortes, Navarra se había descolgado del estatuto y en Guipúzcoa y Alava nunca llegó a aplicarse porque habían caído ya en poder de las tropas franquistas.

En los cuarenta años de exilio que siguieron a los ocho meses que estuvo en el poder el Gobierno que presidió José Antonio de Aguirre, hasta el año 1960 y que ha encabezado luego Jesús María de Leizaola, se ha preocupado fundamentalmente de aliviar la suerte de los miles de vascos que hubieron de expatriarse a raíz de la guerra civil, sin perder nunca el contacto con las fuerzas políticas vascas que lo apoyaban desde el interior, sobre todo el PNV y el PSOE. Excluidos los comunistas en 1948, como tributo a la guerra fría, el Gobierno vasco está constituido hoy por PNV, PSOE, Acción Nacionalista Vasca e Izquierda Republicana.

Aparte de realizaciones tan señaladas como el congreso vasco mundial celebrado el año 1956 en París, el Gobierno vasco ha sido, por encima de las numerosas críticas que se le han hecho por su inoperancia, el símbolo de las libertades vascas. Aún hoy significa para muchos la esperanza de esa autonomía que al fin parece posible.

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