Gran celeridad en los debates de la Comisión de Reglamento del Senado
La Comisión de Reglamento del Senado dio ayer un gran impulso a sus tareas después de pactar los portavoces de los grupos partamentarios que la componen, en una reunión previa una serie de normas en orden a la celeridad de los debates.En primer lugar, se ha reducido de quince a cinco minutos el tiempo de las intervenciones de los miembros de la Comisión a favor o en contra de un texto, y se decidió que la discusión y, en su caso, aprobación de los artículos se realizase por bloques de aquellos que se refieran a un mismo tema. Cuando uno de los artículos del bloque produce discrepancias insuperables, se pospone su discusión para la sesión siguiente, con la finalidad de que los senadores interesados tengan ocasión de llegar con más calma a un acuerdo una vez finalizada la sesión del día.
Se acordó también llegar a soluciones de transacción en la mayoría de los temas en que fuera posible para reducir al máximo las enmiendas, así como los votos particulares remitidos al Pleno de la Cámara. Finalmente, la Comisión, en su deseo de dictaminar lo más rápidamente posible el proyecto de Reglamento, acordó trabajar también en sesiones nocturnas. Como consecuencia de las normas de urgencia establecidas, la Comisión aprobó en la sesión de ayer ochenta artículos referentes a la constitución de los grupos parla mentarios y de lajunta de portavoces, a las incompatibilidades, a la constitución definitiva del Senado y a su organización y funciona miento, al estatuto del senador y a la creación y estructura de las comisiones.
Un artículo sobre el que hubo amplia discusión fue el referente a la inmunidad parlamentaria del senador. El texto de la ponencia, que sería aprobado finalmente, establece que «los senadores no podrán ser detenidos salvo en caso de flagrante delito. La detención será comunicada inmediatamente a la presidencia del Senado». El portavoz del grupo socialista, señor Fernández Viagas, quiso enmendar el texto en el sentido de concretar el término flagrante delito para evitar que su interpretación quedase al criterio de la autoridad gubernativo judicial que ordenase la detención en estos casos. La enmienda fue rechazada por la mayoría de la comisión. Sin embargo, se aceptó la propuesta de los senadores Joaquín Navarro y Manuel Villar Artegui, en el sentido de que la comunicación al presidente del Senado también debía efectuarse cuando se incoase a un senador cualquier tipo de expediente sancionador.
Otro tema sobre el que se produjo amplia discusión fue el relativo a la declaración de las actividades remuneradas del senador. En este punto, el grupo socialista mantuvo un voto particular sumamente detallado de todos los cargos y actividades que los senadores deben declarar. Uno de los senadores del grupo socialista manifestó a este respecto: «Hay que saber de una vez quiénes son los repíesentantes del pueblo español.» Sin embargo, la comisión aprobó por mayoría el texto de la ponencia, que se refiere simplemente a la necesidad de declaración de sólo los bienes patrimoniales del senador.
La comisión, sin embargo, llegó el acuerde, no sin cierta discusión, decrearen el Senado una comisión especial de derechos humanos.
Igualmente adoptó el acuerdo de crear otra comisión especial encargada de realizar estudios sobre los problemas y autonomías regionales. Sobre los artículos referentes a la tramitación de las proposiciones de ley del Senado, el grupo Progresistas y Socialistas Independientes mantuvo un voto particular tendente a que tales proposiciones pudieran ir presentadas por un grupo parlamentario y no por veinticinco senadores como mínimo como establecía el texto aprobado por la ponencia. El voto particular fue aprobado por la Comisión, y el texto definitivo del articulado quedó establecido de tal manera que las proposiciones de Iey que hicieron los senadores podrán ser formuladas y suscritas por un grupo parlamentario o por veinticinco senadores.
