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Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
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Los líderes

¡La que ha liado Ansón llamándome respetuosa!... Ahora todo el mundo se mete conmigo para bien o para mal. Aquí estamos todos agazapados en la cantera, esperando a ver quién es el que tira la primera piedra. Yo creo que entre unos y otros me van a lapidar, porque adúltera sí que soy.Baltasar Porcel titula un reportaje sobre mí: Paco Umbral, la fama y la impostura. Raúl del Pozo - ¡Dios, cómo ha llegado a organizar este chico su desorganizado y poderoso estilo!- me llama Cruyff, Di Stéfano, bufón, Pelé, ladrón, reaccionario y delantero centro, todo en un ladillo. Mi maestro Torrente Ballester me dedica su último gran libro, Fragmentos de Apocalipsis, y, como me conoce bien, se limita a decir que me quiere. Enrique Llovet me cita en este mismo papel, a propósito de Larra, y duda de que Buero haya leído mi libro sobre el romántico. No, querido y admirado Enrique; nada se le escapa a la sabiduría de Antonio, y cuando publiqué mi primer libro, el de Larra -año 65-, me escribió una espontánea y generosa carta de elogio, que para mí fue eso que los que no saben escribir llaman un espaldarazo. El que ahora Antonio no me cite es cosa de poco momento. Sin duda piensa que ya no lo necesito.

Pero la última y más dulce piedra, el más reciente cantazo de amistad, la gota de agua que colma el vaso, como diría también el mismo imbécil que dijo lo del espaldarazo, es lo que se ha soltado Daniela Duque, una maravillosa jai que ha ganado el segundo premio de Española Desnuda 1977:

-Daría dinero por ver en pelota a Paco Umbral.

Yo diría en perneta, Daniela, que queda más cervantino y menos Papus, y así evitamos la bomba. Pero todo este desmadre egocentrista no crean que lo traigo a colación -el imbécil de los tópicos se me cuela a cada línea en esta crónica- sólo para halagar mi ello freudiano, aunque también un poco, sino porque me ha llevado a la reflexión de que lo que necesita el país en este momento son líderes. Líderes políticos, claro.

Y el caso es que acabo de decir todo lo contrario en una entrevista:

-¿Quién es su líder político?

-No tengo líderes ni creo que el país los necesite.

Bueno, pues como soy muy voluble, ahora pienso que si que el país necesita unos cuantos líderes dé la democracia, y como no los tiene, se distrae con los que sólo somos supernumerarios, jugadores de reserva en la grada y suplentes por horas. Esa sería, en el fondo, la filosofía de la trepidante crónica de Raúl del Pozo sobre los cronistas de la transición: la transición la han protagonizado los periodistas, la prensa, porque los políticos de-uno-u-otro-signo son grises, aburridos, aburren a las culebras y hacen temblar de tedio a las golondrinas. Nosotros somos esos payasos anónimos que salen entre número y número, mientras se cambia la alfombra, que el público se da cuenta en seguida de que no son los Tonetti, que los Tonetti saldrán luego., Nosotros somos el empastre, eso que daban en los toros cuando no había corrida sería.

En España hace falta la revolución fiscal, la revolución agraria, la revolución política (no me conformo con menos), pero también hacen falta unos líderes sociales que ofrezcan al personal un proyecto sugestivo y orteguiano de vida en común. (Ortega sí que era un líder.) Pero nuestros líderes demofranquistas. dicen hasta las cachas -y los de Suárez dicen tajada, como lo, han dicho ayer mismo en el sitio ese que hay frente al Palace, con dos fieras por fuera. La democracia va a fracasar, entre otras cosas, por falta de demócratas, que el político demócrata. debe encamar y resumir la elegancia y la elocuencia natural de todo un pueblo. Lo cual no obsta, bella Daniela, para que yo, si te apetezco más que Gabi Cisneros o don Landelino, me quede para ti en pelota. O mejor en perneta, amor, que yo ya voy siendo, cuando menos, de la generación del 98. Un muerdo, tía.

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