Profundos desacuerdos entre Israel y Estados Unidos

«Existen grandes diferencias entre Israel y Estados Unidos sobre un acuerdo de paz para Oriente Próximo.» Con estas palabras inició ayer su conferencia de prensa en Washington el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Moshe Dayan. Tal y como se esperaba, parece que los proyectos de paz israelíes no han convencido en la Casa Blanca, a pesar de que contemplan la posible devolución de colonias judías establecidas en territorios árabes ocupados.El borrador de plan de paz sometido a Carter no aportaría novedades significativas sobre la tradicional postura israelí: devolución de parte del Sinaí y del Golán a cambio de tratados bilaterales de paz con los países árabes. Dayan ha dejado claro que su Gobierno quiere mantener un sistema de alerta en los altos del Golán y continuar su presencia militar en la orilla occidental del río Jordán.

Respecto a los palestinos, obstáculo fundamental para cualquier arreglo de paz en la zona, el ministro israelí se limitó a exponer las tesis habituales, que rechazan la creación de un Estado independiente, aunque dejó abierta la posibilidad de una representación de la resistencia en una hipotética reanudación de la conferencia de paz de Ginebra.

Mientras Dayan hablaba con Carter, las tropas israelíes intervenían en apoyo de las milicias cristianas de Líbano por tierra, mar y aire. Los combates en el límite fronterizo mantienen su intensidad, hasta el punto de que el Consejo Nacional Palestino, que con 48 horas de retraso se reunió ayer en Damasco, ha pedido ayuda militar a los gobiernos árabes, para que sus tropas, puedan hacer frente a «la máquina bélica israelí». Fuentes libanesas bien informadas daban cuenta anoche de una intervención judía en territorio libanés mediante tropas mecanizadas cubiertas por la artillería. Cañoneras israelíes han penetrado también en aguas libanesas, mientras su aviación de combate bombardea los enclaves palestinos. Refuerzos de la OLP se dirigen urgentemente al escenario de la guerra.

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