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Entrevista:

"El mundo se dirige hacia otra nueva crisis energética"

EL PAIS: ¿Cuál es, en estos momentos, la posición de Argelia respecto a España en términos energéticos? ¿Mantendrá su país los compromisos contraídos?Ait-Laoussine: Me sorprende su pregunta. Sonatrach y Enagas tienen un contrato que prevé el suministro de ciertas cantidades de gas natural líquido, suministro que ya se ha iniciado. Las condiciones del contrato son claras y la posición de Sonatrach es la de respetar ese contrato, como respetamos todos los contratos. No hay absolutamente ninguna duda, en lo que a Sonatrach concierne, que lo respetaremos por nuestra parte. Además, creo que es posible aumentar las ventas de gas natural líquido a España. Depende, por supuesto, de muchas cosas, ante todo de la propia España.

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Por otra parte, está previsto, en el cuadro de proyectos comunes considerados por España y Argelia, uno en concreto, al cual está asociado el Gobierno francés: el gasoducto Segamo, en el que se prevé esportar cantidades suplementarias de gas natural argelino hacia Europa vía España.

Gasoducto Argelia-España-Francia:

E. P.: ¿En qué situación se encuentra el gasoducto Segamo?A-L: El proyecto Segamo está todavía en estudio. Un primer estudio preliminar encargado por Sonatrach, fue ya efectuado. En él se llegó a la conclusión de que el proyecto es técnica y económicamente viable. Pero antes de proceder a su realización definitiva es necesario todavía hacer estudios complementarios y escoger el trazado definitivo. Actualmente, en la región donde el gasoducto debe ser colocado, se está realizando una campaña oceanográfica de reconocimiento del fondo marino. El tramo principal es el directo entre Argelia y Almería. Es preciso encontrar la mejor vía teniendo en cuenta la estructura de fondo y litoral, para la colocación de las diferentes tuberías, puesto que serán varias las que serán tendidas, se efectúe sin demasiadas dificultades. En principio las conclusiones son favorables; los estudios complementarios están en curso de realización y pensamos que, al terminarse, estaremos en condiciones de tomar una decisión para la realización de esta obra.

E. P.: ¿En qué fecha estaría terminado el gasoducto?

A-L.: Hay un objetivo, pues en operaciones de este género es muy difícil hablar de fechas. Tal como se ha previsto por las partes interesadas en el Segamo, es decir, Francia, España y Argelia, o mejor, Gaz de France, Enagas y Sonatrach, es un objetivo para el horizonte 1980-84. Pensamos que quizá podamos suministrar gas a Francia, a través de España, alrededor del 1983 ó 1984, quizá en 1985. En mi opinión la mayor dificultad radica en el problema técnico de tendido de la tubería.

E. P.: ¿No en la financiación?

A-L.: No lo creo, pues el proyecto en sí mismo es un proyecto muy interesante. En este Congreso, muchos oradores, han comparado el transporte por gasoducto y el transporte por metanero, y, para distancias entre medias -no demasiado largas- es decir, el tipo de distancias.

Argelia y Europa, el transporte por gasoducto es más interesante que el transporte por barco. Por tanto, en el plano económico es una operación interesante que reportará a Argelia más beneficios, y para España y Francia un precio más interesante que el del gas natural licuado (GNL). Y sí el problema de la financiación no se plantea en el caso del GNL, con mayor razón no se planteará en un proyecto de este tipo que es más rentable.

E. P.: ¿Existen problemas políticos hispano-argelino con el Segamo?

A-L.: No hay problemas políticos. No comprendo por qué los iba a haber con España. No existen, en suma, problemas políticos que impidan la realización de esta obra, que puede ser muy interesante para el porvenir de los dos países.

Productores y consumidores

E. P.: Cuál es su opinión sobre el modo en que los países consumidores deberán comportarse respecto a los países productores?A-L.: Estoy mal situado para dar consejos, pero pienso que es preciso tener en cuenta que estamos en trance de vivir un período muy similar al que conocimos en 1972-73. Hay signos que demuestran que el mundo se dirige de nuevo hacia una crisis energética cierta. Los diferentes organisnios que están especializados en este género de previsiones indican que se produciría hacia la mitad del próximo decenio. Debemos prepararnos desde ahora para superar estas dificultades en las mejores condiciones. Pensamos que sería preciso que los países consumidores -no hablo de España en particular, sino de los países consumidores en general- adoptasen actitudes diferentes de las de 1974. Entonces, una vez que la OPEP hubo aumentado el precio del petróleo, en 1974, los consumidores comenzaron a amenazar, pretendiendo dividirla para volver al precio anterior del petróleo.

Por otra parte, los países consumidores fueron demasiado optimistas, sobre las posibilidades de los recursos no convencionales de energía: esquisitos bituminosos, arenas asfálticas, energía nuclear, licuación y regasificación del carbón... Todo esto, fue anticipado en 1974 como una solución que, de un día para el siguiente, iba a solucionar todos los problemas de los países consumidores, permitiendo prescindir del petróleo al tener suficiente energía propia.

Pero cuatro años después, puede advertirse que no se ha conseguido absolutamente ningún resultado con esta estrategia. No se ha visto todavía una sola fábrica que produzca gas a partir del carbón, ni proyectos de gran envergadura para la fabricación de aceites sintéticos. Por ello, estimo que los países consumidores no deben hacer más demostraciones de optimismo en lo que se refiere a la potedencialidad real de sus alternativas de energía. En estas condiciones, con cifras en la mano, puede afirmarse, que la contribución de todas estas alternativas de energía -dejando aparte a la energía nuclear, porque ésta no va a reemplazar los usos específicos del petróleo-, que están previstas en materia de esquisitos bituminosos, arenas asfálticas, gasificación del carbón, todo esto, no va a representar más que unas cifras íntimas. En 1990 todas ellas significarán un volumen inferior al consumo actual de petróleo un solo año.

La OPEP tiene reservas y va a continuar suministrando más petróleo, más aún de lo suministrado hasta ahora, pero sus posibilidades no son ilimitadas, Es necesario que los países consumidores consideren esto.

E. P.: ¿Y esta es una posición generalizada?

A-L.: Ciertamente, unos países están en una situación mejor que otros, pero muchos países de la OPEP han declarado oficialmente que no tienen intención le agotar sus reservas en una generación. Es preciso no olvidar, que para muchos de estos países, el petróleo es la única riqueza. Se dice que estos países son ricos, pero es preciso que los consumidores adviertan que la OPEP no va a continuar colocando en el mercado cantidades ilimitadas de petróleo. Por ello, hay que pensar en el gas de la OPEP.

El gas de la OPEP

E. P.: ¿Y en qué consistiría el cometido de ese gas, del que Argelia es el principal exportador?A-L.: Este gas tiene un papel importante que desempeñar. Hay reservas muy grandes en estos países de la OPEP. Y la necesidad de valorar el gas de la OPEP es real y urgente, puesto que se sabe bien que gran parte del mismo se quema en las antorchas de las torres de extracción. Es quemado inútilmente mientras los países consumidores tratan de producir gas a partir del carbón.

En suma, hay países consumidores que tratan de producir otras energías, con capitales muy importantes que se deben invertir en tecnologías que no están completamente dominadas, con problemas de polución que son considerables, hay cantidades fenomenales de gas natural que se derrochan actualmente en los países de la OPEP. Esta es una situación a la que es preciso poner término.

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