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Reportaje:

La delincuencia aumentó durante 1976 en más de un treinta por ciento

La delincuencia aumentó durante 1976 en más de un treinta por ciento Memoria advierte que los datos que ofrece -y que resumimos a continuación- no pueden ofrecer el panorama total de la delincuencia en España. Primero, porque muchos hechos delictivos no llegan a la vía judicial, y luego porque tampoco coinciden el número de procedimientos incoados con el de delitos realmente cometidos, y las estadísticas, judiciales, esta vez, se basan, precisamente, en procedimientos. Con todo, sí que se ofrecen datos comparativos con las estadísticas del año anterior, y a veces de otros que, dado que todas ellas han sido construidas con las mismas limitaciones y procedimientos, pueden ofrecer una visión, siquiera aproximada, del movimiento de la delincuencia y sus cambios. Añade la memoria, a cada capítulo, una serie de reflexiones que, más que jurídicas, son sociomorales, y que orientan la comprensión de lo que, de otro modo, serían datos desnudos.En España, durante 1976, se cometieron 173.714 actos delictivos, aunque los procedimientos incoados fueron muchos más, lo que demuestra que pocas veces los delincuentes actúan en solitario. Este número significa un 31,1% más que el año anterior. De ellos se esclarecieron 61.290, un 26,6% más, en términos absolutos, que el anterior. Los delitos contra la propiedad siguen siendo los más abundantes, y del capítulo de robos de coches, hay más en Madrid que en Barcelona, Valencia y Sevilla. Casi el 72% de los coches robados se recuperaron. En atracos, en cambio, Barcelona supera a Madrid, con casi setecientos, frente a los trescientos registrados en la capital de España. También en Barcelona se cometieron más delitos contra la seguridad del Estado, dando los índices más bajos, en este sentido, Huelva, Orense y Zamora. Madrid multiplica por tres los delitos contra las personas cometidos en Barcelona, y supera por poco a la Ciudad Condal en los cometidos contra la honestidad. En el capítulo de delitos contra el honor, Las Palmas de Gran Canaria es la que da el número mayor, con treinta, y Alicante, con 102, la que registra mayor número de delitos contra el estado civil.

Las drogas salen de las farmacias

La memoria señala 3.354 detenidos por tráfico y tenencia de droga, y añade que los robos en farmacias, para apoderarse de medicamentos que contienen alucinógenos y similares, son significativas y crecientes. Mientras que en 1975 hubo cinco casos, en 1976 se dieron 56, y añade la Memoría- sólo en el primer trimestre de 1977 se registraron cuarenta robos en farmacias, que, en el caso de Madrid, eran ya, en los tres primeros meses, superiores en número a los totales del año anterior.La edad de los implicados está, en la inmensa mayoría, entre los diecinueve y los veinticinco años, pero se han registrado varios casos de menores y buen número de ellos tienen entre dieciséis y dieciocho años. Señala también que quizá del 40 al 55% de las drogas salen de medicamentos que las contienen, por falta de una normativa adecuada. Estas son preferidas por algunos adictos, por sus precios más bajos -la heroína cuesta de siete a diez mil pesetas el gramo-, y por su escasez suele reemplazarse por la pentazocina. Se ha registrado un muerto por sobredosis -cifra mínima comparada con los doscientos contados en Alemania, entre un número, posible, de 2.000, los veinte, en Austria, o los 52 muertos en Francia, cifras ofrecidas por la Memoria- Preocupa a los tribunales mucho más las llamadas drogas duras, aunque se señalan cifras de cannabis y alucinógenos requisados.

Aumentó el terrorismo

Respecto al terrorismo, calificado como una forma cada vez más frecuente de delincuencia, señala el informe que une «a la gravedad de sus resultados, la utilización de los mismos métodos por grupos improvisados de delincuentes comunes», señalando la dificultad de la captura de sus autores, «muchas veces asistidos por la abstención ciudadana». El aumento de víctimas del año, reseñado respecto a los anteriores, es espectacular: mientras en 1974 murieron veintiuna personas, de las que ocho eran agentes de Orden Público y trece civiles, en 1975 hubo un total de veinticinco víctimas, cinco civiles y veinte agentes, en 1976 murieron en actos terroristas 78 personas, de las que diecisiete pertenecían a las fuerzas del orden y 61 eran civiles. El de heridos en actos terroristas es más fuerte aún: mientras entre 1974 y 1975 alcanzó la cantidad de 87, en 1976 fueron 527 los heridos.En cuanto al capítulo de prensa e imprenta, se refiere el informe a la ambigüedad y la indeterminación e la aplicación de las leyes y de su cambios, particularmente, en 1 que se refiere a la pornografía, por lo que se han dado «en algunos casos medidas poco consecuentes otratamientos distintos en las sanciones administrativas ». Añade que «la evolución social en la valoración de los conceptos morales sobre pornografía y buenas costumbres ha sufrido, por desgracia, un trastorno que en algunos caso ha supuesto un equivocado y radical cambio de criterio por parte de la Administración ante la profusión de un mercado pornográfico basado en su rentabilidad económica», «sin el freno de un sociedad perpleja, a veces, y complaciente, otras muchas, ante un erróneo concepto de la libertad, cargado de materialismo y falto de toda idea espiritual o trascendente», dicen los redactores de la Memoria de los tribunales.

Salamanca, centro de delincuencia juvenil

El capítulo de consideración en torno a la delincuencia juvenil está basado, fundamentalment en el informe que ha enviado el fiscal de Salamanca, en el que describe», de forma impresionante», los sucesos que, como se recodará, conmovieron la supuestamente tranquila ciudad universitaria. A partir de la denuncia de un diario local, se fueron esclareciendo, aunque no totalmente, varios sucesos horribles que aterrorizaban las tardes salmantinas. Entonces se descubrió la existencia de varias bandas, así como de hechos de difícil explicación. Las bandas de jóvenes adoptaban nombres casi míticos: Lassie, La Naranja Mecánica, Chito, Cervera. La edad de sus componentes oscila entre los quince y los veinte años, y su origen, al parecer, se remonta a «varios años atrás, cuando, como chiquillos, jugaban en los solares de lasafueras de la ciudad». De La Naranja Mecánica se conoce sólo la existencia y las «fechorías», pero no los componentes, que se inspiran, y no sólo en el nombre, en la célebre película.

Las causas de este género delictivo no se precisan en la Memoria que habla de que la juventud «ha perdido ilusiones, no tiene deseo de luchar, de Iabrarse un porvenir».

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