La dimisión del director del presupuesto USA es cuestión de días

Después de dos meses de crecientes escándalos en la prensa y en el Congreso, con denuncias y acusaciones contra su honor, el director del Presupuesto, Bert Lance, aparece ya como la primera víctima propiciatoria del Gobierno de Carter.

Dejado de la mano de la Casa Blanca, que, por primera vez, ha dejado de apoyarle públicamente en las declaraciones de su portavoz oficial, Lance sólo espera ahora defender su buen nombre -el jueves, ante el Senado- antes de decir adiós a su presidente e íntimo amigo Jimmy Carter.

Todos los indicios parecen abonar la tesis de que Lance abandonará el Gabinete para evitar que el escándalo bancario y financiero en el que parece hallarse envuelto convierta a su caso en otro Watergate.

El nerviosismo que ha causado en las filas demócratas los cargos que cada día se acumulan en larga lista contra Lance, ha llevado al líder de la mayoría demócrata en el Senado a decir que la dimisión del brazo derecho y confidente de Carter es «inevitable».

Hasta hace muy pocos días, la Casa Blanca había intentado echar un capote cada vez que los titulares de los periódicos sacaban a relucir un nuevo trapo sucio de Lance, pero en las últimas declaraciones del secretario de prensa, Jody Powell, el banquero de Georgia ha quedado sin abogado defensor.

Según fuentes políticas de Washington, Lance presentará la acostumbrada carta de dimisión a Carter antes de que termine la próxima semana.