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Marchais definirá hoy la posición comunista ante la "cumbre" de la izquierda

La fiesta popular más multitudinaria del mundo, la de L'Humanité, el órgano central del Partido Comunista francés (PCF), que empezó ayer en el poblado próximo a París La Courneuve, y que terminará este domingo, también será la más política. El discurso que pronunciará hoy el secretario general del PCF, Georges Marchais, a tres días de la «cumbre» de los líderes de la Unión de la Izquierda, se espera en todos los medios políticos, que la consideran como el primer índice del clima que presidirá dicha reunión.

¿Cuál será el tono del discurso de Marchais? ¿Acentuará las divergencias que existen entre comunistas y socialistas, o preferirá resaltar la importancia de la unión? Estos interrogantes están en todas las mentes desde que, anteayer, se celebró una reunión especial de los 123 miembros del comité central del PCF, para ultimar su postura ante la «cumbre» que celebrarán los tres partidos de la Unión de la Izquierda el próximo miércoles y en la que intentarán superar sus divergencias profundas para concluir la actualización del programa común.Las deliberaciones del comité central se han mantenido totalmente secretas, sólo se hizo público, y no gratuitamente, «el mandato que, por unanimidad, le ha concedido el comité al secretario general para dar a conocer a los franceses, el domingo, las resoluciones adoptadas». Fue una manera de afirmar la «unión sagrada» del partido tras su líder. En espera del discurso del señor Marchais, los dirigentes comunistas ya dieron el tono de su flesta ayer, inaugurando seis debates continuos, en el recinto de la fiesta, destinados a Ilustrar al millón de visitantes sobre la actualización del programa común.

Según sondeos de última hora, la opinión francesa se ha interesado profundamente por la polémica que mantienen socialistas y comunistas en torno a la renovación del programa que pondrían en práctica si ganasen los comicios legislativos de marzo de 1978. La encuesta estimaba que «la querella suscitada por el Partido Comunista ha reforzado la seriedad y la credibilidad del Partido Socialista, así como la capacidad del PCF para arrastrar a su clientela».

En vísperas del discurso del señor Marchais y de la «cumbre» del próximo día 14, ya subrayada como «histórica», los socialistas y comunistas, a través de sus portavoces, insisten ambos en los mismos puntos: «No cederemos, pero haremos todo lo posible por concluir un acuerdo definitivo». A la vista de las dos cuestiones más espinosas de última hora (nacionalizaciones y medidas sociales, empezando por el salario mínimo de 2.200 francos, es decir, 36.000 pesetas) se estimaba ayer en esta capital que «un compromiso debería ser posible, si es que desean la unión».

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