El fondo político de la desertización

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre la desertificación de la Tierra, iniciada en Nairobi el 29 de agosto y que concluye el próximo día 9, difícilmente podía escapar a la polémica de contenido político, ya que, sobre las arenas desérticas se asientan, a veces, fronteras estatales en litigio o territorios anexionados. Por otro lado, no hay que olvidar que las regiones más afectadas están incluidas en los países del Tercer Mundo o en vías de desarrollo.Esta polémica ha alcanzado especial relieve cuando le tocó el turno de intervención al representante de Israel. Los delegados árabes abandonaron la sala, lo mismo que soviéticos y chinos. Fueron 56 las delegaciones que se retiraron. Por su parte, los representantes árabes aprovecharon, también, el foro de Nairobi para atacar la política expansionista de Israel, y lo mismo hizo la representación palestina.

En las negociaciones paralelas a las sesiones plenarias, Egipto y la República Popular de China plantearon, con éxito, la necesidad de crear una comisión de trabajo que rectifique los errores en las demarcaciones fronterizas sobre terrenos desérticos y móviles. Esto viene a colocar sobre el tapete de la Conferencia problemas fronterizos, como los que enfrentan a Egipto y Libia, o a Egipto e Israel, o también el litigio entre chinos y soviéticos.

La intervención del representante chino provocó, por otro lado, la protesta de la delegación de la Unión Soviética, cuando aquél afirmó que «la desertificación de los países del Tercer Mundo, apenas si puede ser imputada a causas naturales, sino que tiene profundas y enraizadas causas sociales, que son inseparables de la prolongada agresión y pillaje llevados a cabo por el imperialismo, el colonialismo y también el hegemonismo de las grandes potencias». Por su parte, el representante de la Organización para la Unidad Africana consideró que «muchos pueblos africanos fueron desplazados hacia zonas desérticas por el colonialismo, y también por los regímenes racistas de Suráfrica e Israel que empujaron hacia zonas estériles a habitantes de Namibia y de territorios árabes».

Avance de los desiertos

Pero por encima de estas polémicas, el objetivo de la Conferencia de Nairobi, preparada durante dos años para que pudiese llevarse a cabo, es preparar un plan de acción global para frenar el acelerado avance de los desiertos sobre las zonas, cultivables.Los cálculos de los científicos y técnicos presentes en Nairobi señalan que, cada año, el desierto «roba» a las zonas cultivables unos sesenta millones de hectáreas. Actualmente, más de un tercio de la superficie del planeta está constituida por zonas desérticas o semidesérticas y las tres quintas partes de los países del mundo corren el peligro de ver transformarse su suelo en regiones desérticas. Sobre este grupo de países se asienta el 14% de la población de la Tierra.

En la Conferencia de Nairobi, participan representantes de 110 Estados, delegados de sesenta organizaciones internacionales y de noventa organizaciones no gubernamentales. En las sesiones de trabajo se están abordando también estudios sobre las causas de la desertificación y los métodos más idóneos para sustraer a la erosión y a la desertificación, los millones de hectáreas que día a día se pierden para la alimentación del género humano.