_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La huelga del calzado

Cuando escribo estas líneas, el sector industrial más importante de nuestra provincia, el calzado, se encuentra en huelga total. El conflicto está costando muchos millones a la ya débil economía provincial y está creando -y creará- no pocos y graves problemas a los trabajadores. Lo que éstos puedan llegar- a conseguir de ese «super-convenio», presentado por los responsables del Movimiento Asambleario, hoy, está por ver.Para tomar una determinación -la huelga- que considero extrema, tanto por lo costosa como por las secuelas que suelen quedar en las relaciones empresario -trabajador, pienso que se deben estudiar previamente muchos puntos, con objeto de obtener la máxima efectividad con el menor costo posible, y no se puede obrar, tan ligeramente, pomo lo demuestra el proceso que han seguido los dirigentes del movimiento en cuestión, embarcando a los trabajadores en una nave que comenzó haciendo aguas y que -ojalá me equivoque- puede acabar naufragando.

A mi modesto entender, pienso que las asambleas se deben realizar en las fábricas y no en, un campo de fútbol con sus puertas abiertas, donde asisten un incontrolable número de pers onas de distintos sectores que, por simple curiosidad o por su circunstancia de parados -situación en la que se encuentran muchos- no tienen otra cosa mejor que hacer, influyendo, tanto en la imagen del conflicto de cara a la opinión pública como en algo tan importante como lo es la toma de decisiones. Aun en el caso de que se realizaran dando entrada exclusivamente a trabajadores del calza do, nos encontraríamos con que, además de los trabajadores en activo, estarían los parados. Es obvio que a la hora de tomar decisiones comprometidas los segundos poco tienen que arriesgar, mientras que los primeros ponen en juego su puesto de trabajo, sobre todo frente al empresario que está esperan do una oportunidad para echar el cierre.

Por otra parte, el sistema que en las votaciones viene practicando el Movimiento Asambleario, incluso en los centros de trabajo, es el de brazo alzado, fácilmente coaccionable, en lugar de utlizar el voto libre y secreto, de donde nace la pureza de una votación auténticamente democrática.

Estoy convencido de que lo que dirigen este movimiento saben muy bien lo que es una auténticademocracia y, consecuentemente, la forma con que tenían que haber actuado. El no hacerlo así me obliga a pensar que está manipulando a la clase trabajadora, practicando un juego peligroso, en el que podrían salir perjudicados los de siempre, los trabajadores.

El momento escogido para provocar esta huelga, en que las empresas del calzado están trabajando a medio gas, entre una temporaday otra, y no a pleno rendimiento cuando una huelga habría sido mucho m ás efectiva al haber forzado a los empresarios a tomar una decisión con rapidez, cediendo en mayor parte a las pretensiones de los trabajadores. De otro lado, estamos ante unas próximas elecciones sindicales y otras, no lejanas,municipales, y aquí sí es donde vemos los, posibles beneficios que de este conflicto, si saliese bien -que, ojalá por los trabajores- podrían obtener los dirigentes del movimiento que, en este caso, me parecen marionetas, cuyos resortes son manejados por determinado partido político, que en más de una ocasión, durante todo este proceso, se ha dejado ver entre bastidores.

Lanzar la gente a la calle y formar piquetes trae las consecuencias que todos sabemos: heridos, si no muertos. Y no me vale que ahora vengan las denuncias sobre la actuación de las fuerzas del orden público, puesto que, como cuerpo represivo, sobradamente es conocida su forma de proceder.

Me parece una irresponsabilidad haber llegado a esto, posiblemente por no seguir una via auténticamente democrática, respetando a las minorías e independiente de los intereses de cualquier partido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_