Vance informó a Huang sobre la política exterior americana en Europa y Asia
Los ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, Cyrus Vance, y de la República Popular de China, Huang Hua, terminaron ayer la segunda ronda de conversaciones en el Palacio del Pueblo de la capital china. Las conversaciones versaron, esencialmente, sobre la política de Estados Unidos en Europa y en Asia.
Ningún resultado espectacular, por el momento, en la visita oficial de Cyrus Vance a China. Los dos primeros días de conversaciones con su homólogo Huang Hua han tenido el carácter exploratorio y, en ellos, Vance se limitó a hacer una exposición de la política exterior de la Administración Carter, por áreas geopolíticas. El pasado lunes Vance informó sobre América Latina y Africa, temas que despertaron el máximo interés de los chinos, y ayer lo hizo sobre Europa y Asia.Fue durante el repaso a la política exterior americana sobre Asia donde por primera vez, aunque de pasada, surgió el tema de la eventualidad de restablecer relaciones diplomáticas Washington- Pekín, considerado como el punto clave del viaje de Vance a China. La cuestión quedó en debate breve porque está previsto que ambas partes aborden el tema a fondo en las conversaciones de hoy o de mañana. Conversaciones en las que podrían participar otros altos dirigentes chinos como Li Hsien-níen, vice presidente del partido, o incluso el recientemente rehabilitado Tens Tsiao-ping. Se especula también con un posible encuentro de Vance con el presidente Hua Kuo-feng.
La discreta visita de un almirante
Quizás de una manera un tanto paradójica, la noticia más significativa o esclarecedora de la posición de China en política exterior surgió ayer en Washington. En la capital americana se hizo público un documento, difundido por el Washington Post, sobre los contactos que el pasado mes de junio mantuvo en China el almirante norteamericano retirado Zurriwalt, quien pasó un mes de vacaciones en dicho país. Según el documento Zurriwalt había desempeñado una labor exploratoria, previa al viaje de Vance, y habría constatado la preocupación de la República Popular China por el «expansionismo militar soviético». Los dirigentes chinos habrían declarado, entonces, que Asia, y no tanto Africa o Europa, constituía la primera preocupación para la presencia militar soviética en el mundo.Por otra parte, el documento revela que, en respuesta a las inquietudes de su interlocutor, el vice presidente del partido, Li Hsien-nien, eI almirante americano declaró en Pekín que «Estados Unidos no comparte hoy la visión trágica de la anterior Administración americana y que la de Carter tiene una visión más optimista del futuro y está dispuesta a entrar en competición con la Unión Soviética si fuera necesario».
La visita de Vance en Pekín discurre, por otra parte, en un ambiente de cordialidad que el secretario de Estado aprovecha para practicar el turismo en China y distraerse visitando museos y asistiendo a demostraciones de gimnasia y bailes típicos, organizados en su honor.
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