Londres: retirada judicialmente la pelicula de Pasolini "Saló"
Saló, la «horrible obra maestra» de Pasolini, como la llamó recientemente un crítico británico, ha sido retirada de la cartelera de Londres, víctima de las quejas de un espectador. La película de Pasolini pasa ahora al escrutinio de¡ Ministerio Fiscal, que decidirá si hay materia en el filme que justifique la denuncia que pesa sobre ella.
La obra del cineasta italiano se llevaba exhibiendo en la capital británica desde hacía trece días Saló había sido prohibida como película de exhibición abierta y a cambio se había permitido a nivel de «clubs» cinematográficos. Los «clubs» suponen un modo fácil de traspasar aquellas restricciones porque cualquier espectador puede convertirse automáticamente en un socio.Saló no ha sido retirada de la cartelera de un club cinematográfico del Soho, la zona de Londres donde proliferan tiendas de objetos eróticos y espectáculos del mismo tono, por su supuesto carácter obsceno o pornográfico, sino por provocar desorden entre el público.
Esta acusación hace más dificilla defensa del filme, porque resultaría más fácil comprobar ante eljuzgado que el filme no es erótico ni pornográfico que alegar que no causa desorden en el local en el que se exhibe.
Saló no es la primera ni será la última víctima de las cruzadas moralistas que proliferan en Gran Bretaña. Hace unos años, un miembro del «Festival de la Luz», una entidad de ese carácter, intentó la prohibición del Ultimo tango en París y llevó la película al juzgado.
Recientemente, una revista que refleja puntos de vista homosexuales, fue perseguida y condenada en el juzgado por publicar un poema que a una de estas cruzadas, Mary Whitehouse, le había resultado obsceno yblasfemo contra la figura de Jesucristo.El puritanismo que recorre los sectores de la vida británica ha provocado ya manifestaciones públicas de apoyo a la libertad de expresión y contra los vigilantes de los niveles de moralidad tradicionales. La semana pasada, en el barrio de Chelsea, los homosexuales se agruparon para protestar por la condena de la revista que los representa.
Casos como el de Saló contribuyen a hacer la cartelera de Londres mucho menos atractiva que la de Madrid, por ejemplo. Una prueba de hasta qué. punto podrán llegar los seguidores de Mary Whitehouse podrá darse pronto, a raíz del estreno de Casanova de Federico Fellini, que se exhibe fuera del marco aparentemente exclusivo de los «clubs» y que provoca aglomeraciones de público superiores a las que ha conseguido-A bridge looJar, la obra épica del británico Attenborough, filmada con dinero norteamericano, como casi todo el cine que últimamente han hecho los ingleses.
Babelia
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