Primeras alzas de precios en productos de importación
La primera reunión del nuevo Gobierno estuvo protagonizada por la devaluación de la peseta. La segunda, por los aumentos de precios de numerosos productos por causa, precisamente, de la devaluación. La vida es más cara para los españoles desde ayer. Sucesivamente, en las próximas semanas o quizá horas, los distintos sectores de producción y comercialización estudiaran como repercute en sus costes, y por tanto en sus precios, la nueva situación El programa de austeridad del Gobierno ha empezado por la parte más impopular, por los precios. Café, aceite de soja, gas, gasolina, gasóleo, fuel, electricidad, etcétera, aumentan sus precios en porcentajes aproximados al 20 %. Al mismo tiempo y sin relación con la depreciación, el Gobierno ha establecido nuevo precio para la harina panificable, que provocará un aumento en el coste del pan.
Desde primera hora de esta semana los precios de casi todos los productos energéticos se han incrementado por decisión del Gobierno, provocada por el efecto de la depreciación de la peseta. Disposiciones de los Ministerios de Hacienda e Industria y Energía aparecidas en el Boletín Oficial de ayer establecen los nuevos precios que quedan establecidos como se señala en el cuadro adjunto.En el capítulo de los derivados directos del petróleo (gases licuados, carburantes, aceites minerales, naftas y asfaltos) todas las variedades de productos suben de precio, con la única excepción temporal de los gasóleos tipos B (usos agrícolas y pesqueros) y C (usos domésticos y de pequeña industria). Estos productos mantienen los precios vigentes hasta ahora y las subvenciones que se les aplicaban, aunque en el plazo de dos meses tendrán que modificarse para alcanzar niveles adecuados, que implican una revisión a fondo de la política de subvenciones.
En la orden que establece los nuevos precios se hace alusión al hecho de que el incremento de los consumos energéticos en los últimos años es superior al del producto industrial bruto, y a que el 70 % del consumo interior de energía primaria tiene que importarse. Esta situación obliga a un replanteamiento de la política energética. En las variaciones de los precios establecidas ayer se recoge, según la orden, únicamente el efecto de la devaluación de forma desigual, según los niveles anteriores de los precios para cada producto.
Para más adelante, la orden de Hacienda anuncia nuevos precios que estimulen la mejor utilización, conservación y ahorro de la energía. Prevé también la orden una revisión a fondo de todos los sistemas de bonificaciones y subvenciones para distintos usos y sectores.
Tarifas eléctricas
En el capítulo de las tarifas eléctricas, según un decreto de Industria, se autoriza un aumento del orden del 5,36 %. Este incremento se incorporará a los recibos por los consumos realizados a partir del día 25 de julio, en las empresas acogidas al Sistema Integrado de Facturación Eléctrica (SIFE). Para las empresas no acogidas a este sistema -una minoría en el sector eléctrico- el Ministerio de Industria establecerá más adelante los nuevos precios.
La justificación del aumento, según el decreto de Industria, se hace en base al aumento del precio del fuel oil término y a la eliminación de la subvención establecida para este producto (pasa de 5.040 pesetas tonelada a 6.300). Hace referencia el preámbulo del decreto, a que los bajos precios del fuel térmico suponían una discriminación para el uso de centrales térmicas de carbón o hidráulicas, que no necesitan incorporar materias primas de importación.
Hay que señalar que en el documento que resume el plan de urgencia en materia económica facilitado a los medios informativos después de la reunión del Gobierno del pasado sábado, se indica el compromiso del Gobierno de preparar un proyecto de política energética que aborde los problemas de este sector en su totalidad y que sirva de base para una discusión en las Cortes sobre las medidas que la sociedad debe asumir en este campo. Este programa debe estar preparado para el otoño, una vez que la Comisaría de la Energía haya preparado los estudios sobre la evolución de los usos y consumos de energía, tanto a nivel doméstico como industrial y sobre las posibilidades de ahorros reales que disminuyan en nivel de importaciones de petróleo.
