La decisión o el desastre

Al final, el éxito o el fracaso de un programa de saneamiento económico como el que intenta llevar a cabo el Gobierno, depende de la decisión política con que se acometa. Poner en orden una economía que ha llegado a los niveles de inflación de la española supone, inevitablemerite, dañar a corto plazo una serie muy amplia de intereses, y ésta es la razón de que a muchos Gobiernos les haya temblado la mano y al final hayan fracasado en sus propósitos. ( ... )Pero en estos últimos días se han traslucido ciertas vacilaciones de los ministros económicos a la hora de tomar medidas concretas. Si esta impresión se confirmara cuando se publiquen las medidas económicas anunciadas, el Gobierno está abocado al desastre a pocos meses vista. Por muy impopulares que parezcan ciertas medidas, por muy doloroso que sea agravar la situación de algunos sectores, sólo hay una probabilidad de éxito si se mantiene el pulso firme en las próximas semanas. ( ... )

Como ha dicho el propio Felipe González, la oposición, en un régimen democrático, forma parte del Estado y, por tanto, cuando éste se enfrenta con una situación crítica no cabe hurtar el hombro. Las consecuencias podrían ser graves para el propio socialismo. Que nadie se engañe sobre esto. En la constelación actual de fuerzas políticas cabe esperar que el Gobierno actual y los futuros, sean o no de concentración, lleven a cabo una serie de reformas profundas que cambien muchos aspectos de la soc.iedad española, pero si cada uno pretende jugar su juego, los vientos pueden cambiar, como cambiaron en otras ocasiones históricas. ( ... )

Si falta un mínimo de comprensión por parte de la oposición, el Gobierno se encontraría muy debilitado para resistir la presión que ya hoy están ejerciendo los grandes. intereses económicos, que cuentan con un apoyo en el sector más conservador de la Unión del Centro y que ya han comenzado a manifestar muy claramente su descontento e incluso a hacer algunas amenazas veladas. ¿Ganarán una vez más la partida?

, 23 julio