Las feministas tendrán un organismo en la Administración

El ministro de Cultura y Bienestar, Pío Cabanillas, ha mantenido una entrevista con mujeres de distintos grupos feministas con vistas a la organización de un organismo, en el seno de su Departamento, que se ocupe de sus problemas. Dicho organismo, que podría tener nivel de dirección general, no haría referencia a la mujer en su denominación para no discriminarla, aislándola. En el curso de la reunión, el ministro pidió a las feministas que le facilitaran varios nombres de mujeres que sean aceptadas por todos los grupos, a las que podrían encomendárseles distintas tareas en el nuevo organismo ministerial.Respondiendo al llamamiento de Pío Cabanillas, ocho organizaciones de mujeres le han enviado un documento en el que exponen sus reivindicaciones. Dichos grupos son la Unión para la Liberación de la mujer (ULM), Asociación para la Promoción y Evolución Cultura¡ (APEC), Movimiento Democrático de la Mujer (MDM), Asociación Democrática de la Mujer (ADM), Mujeres Separadas, Mujeres Juristas, Federación de Amas de Casa y Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer(SESM).

Las peticiones de los grupos citados consisten, principalmente, en la legalización de todas las asociaciones de la mujer, atención de las más perentorias necesidades materiales, particularmente en lo que se refiere a la utilización de locales públicos en todo el territorio nacional que pertenecen a la Administración; cauces de participación activa en el esfuerzo democratizador y liberador hacia el que camina el país; especial urgencia de las reivindicaciones sobre los aspectos que tienen mayor carácter denigrante para la mujer.

El documento pone de manifiesto que la mujer supone el 52,7 % de la población española y que el viejo planteamiento del reparto de roles en función del sexo la ha mantenido en una forzada inactividad política, laboral, cultural y social que la ha llevado a ejercer su papel entendido exclusivamente como esposa, madre y ama de casa, por cuanto se la privaba de la educación y cultura competitivas sufucientes.

Las firmantes dicen, asimismo, que la equiparación total de derechos entre varones y mujeres será la base constitucional de la que habrá que partir para alcanzar la igualdad.