Abierto desafío sindical al régimen militar peruano
Una tensa calma reinaba ayer en Lima tras los violentos incidentes del martes que produjeron seis muertos, por lo menos, y un número indeterminado, pero que se su pone elevado, de heridos. Según los viajeros procedentes de la capital peruana, ésta presentaba ayer el aspecto de una ciudad en estado de sitio, con tanques apostados en los puntos neurálgicos y pelotones de soldados patrullando las calles, especialmente las de las zonas industriales.Por otra parte, en los medios sindicalistas mexicanos cunden serios temores sobre la suerte que hayan podido correr alrededor de trescientos líderes sindicales peruanos que fueron detenidos por las autoridades de Lima pocas horas antes del comienzo de la huelga, que había sido convocada por la Confederación General de Trabajadores Peruanos (CGTP), de ,tendencia comunista, apoyada por las centrales CNT (socialdemócrata) y CTRP (Confederación de Trabajadores Revolucionarios Peruanos), pro-gubernamental. La CGTP fue autorizada durante el mandato del general Juan Velasco Alvarado y es hoy en día el. más fuerte de todos los sindicatos de trabajadores peruanos.
El presidente y el secretario general de la CGTP, Isidro Gamarra y Eduardo Castillo Sánchez, figuran entre los trescientos detenidos. Por otra parte muchos manifestantes fueron aprehendidos ayer por las fuerzas del orden, durante el desarrollo de violentos incidentes, en uno de los cuales la multitud asaltó un autobús de infantes de Marina, quienes hicieron fuego y causaron la muerte de, por lo menos, cuatro personas.
Los sindicalistas detenidos el martes se hallan en las dependencias de la Dirección de Seguridad y en diferentes cuarteles de la capital.
La huelga del martes, sin precedentes en los últimos veinte años paralizó Lima y las principales ciudades peruanas. Marca un abierto desafío al régimen del general Morales Bermúdez, que el 10 de junio pasado impuso un régimen económico de austeridad, que las clases obreras no pueden soportar. Contra la carestía de la vida y el bloqueo de los salarios se habían producido ya diferentes movimientos en otras partes del país, especialmente en Huancayo y en Trujillo, donde los enfrentamientos de manifestantes y policía produjeron varios muertos.
En las seis semanas transcurridas hasta ahora desde que comenzaron los movimientos reivindicativos, se han registrado ya la cifra de trece muertos. El ministro del Interior, general Cisneros, ha advertido a la población que la actitud de los sindicatos puede provocar la instauración en el país de un régimen totalitario.
