_
_
_
_
_

Lefèvre podría entrar en México en calidad de seglar, pero no como prelado

Definitivamente, el obispo francés Marcel Lefèbvre no vendrá a México. Tras una serie de noticias contradictorias, a lo largo del lunes, el presidente del comité de recepción al obispo rebelde, Antoni Rius Facius, dijo que la Secretaría de Gobernación mexicana había negado el visado al prelado.

Rius Facius acusó a los obispos mexicanos de haber ejercido presiones sobre los funcionarios del Gobierno para alzar dificultades a la entrada del obispo tradicionalista. Las últimas noticias de esta mañana indicaban que monseñor Lefèbvre pensaba ahora dirigirse a Colombia.

El Gobierno mexicano, en todo caso, no ha negado la entrada en el país al obispo francés en razón de su disidencia con el Vaticano. El Estado mexicano es ajeno a las controversias religiosas y, por otra parte, no mantiene relaciones diplomáticas con el Vaticano desde finales de la revolución mexicana. Pero la Constitución de este país, al mismo tiempo que reconoce el derecho de cualquier persona a entrar y salir del territorio nacional, ignora igualmente la personalidad de las asociaciones denominadas Iglesias. En Calidad de persona, Lefèbvre hubiera podido entrar en México, pero no como prelado. Por ello hubiera debido someterse a las leyes del país que, en el caso de los ministros religiosos, prohíbe el ejercicio a quienes no son mexicanos de nacimiento. Al parecer, estos fueron los extremos que le fueron comunicados en el consulado -de Houston (Estados Unidos) al obispo rebelde francés, y en virtud de ello monseñor Lefèbvre desistió de efectuar la visita que tenía prevista a este país, donde pensaba consagrar un templo recién construido y oficiar varias misas en Cuernavaca y Acapulco.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_