El Congreso y el Senado podrán pronunciarse ya sobre temas políticos
El Congreso de Diputados y el Senado podrán deliberar y pronunciarse sobre temas políticos desde el día 13 en que se celebrarán las juntas preparatorias de ambas Cámaras, según se deduce del contenido de la disposición de la presidencia de las Cortes que publicamos en esta misma página. El proyecto inicial del señor Hernández Gil evitaba el planteamiento de temas espontáneos, pero fue corregido tras la entrevista celebrada el jueves con los partidos, y a petición especialmente, de los representantes del PSOE.
El borrador de proyecto discutido con los partidos, que pudo conocer EL PAIS y del que publicábamos un resumen ayer, establecía en su artículo 27 que, hasta la constitución definitiva del Congreso y Senado, sólo se ocuparían de temas relativos a las materias de las disposiciones y a las comunicaciones del Gobierno, «salvo que, a juicio de éste y de las respectivas mesas, se estimara indispensable deliberar acerca de algún suceso extraordinario».Tal criterio restrictivo fue rechazado en la reunión citada, en la que se acordó -y así figura en las normas definitivas- que, durante esta etapa inicial, aunque sólo podrán tomar acuerdos sobre los temas previstos, ambas Cámaras «podrán deliberar y pronunciarse, sin embargo, sobre las comunicaciones del Gobierno, o las proposiciones que no fueran de ley, presentadas por los grupos parlamentarios.. ».
Otro tema de interés que regulan las normas citadas es el procedimiento para los debates, en el que sobre las propuestas presentadas por los grupos parlamentarios y admitidas por las mesas interinas, se abrirán dos turnos a favor y dos en contra, antes de ser sometidas a votación.
Una modificación interesante sobre el proyecto del presidente afecta a la comisión de Reglamento, cuya composición, según proponía el señor Hernández Gil, debería reproducir, en lo posible, la de la propia Cámara. El texto definitivo alude a la representación en la citada comisión, de todos los grupos parlamentarios, en proporción, en lo posible, al número de sus componentes.
En las elecciones de los cuatro diputados y cuatro senadores para la comisión de urgencia; cinco diputados y cinco senadores para el Consejo del Reino, y otros cinco diputados y cinco senadores para las comisiones de competencia legislativa, el criterio que ha prevalecido ha sido el del voto restringido, en contra de lo manifestado por Alianza Popular. Para cada elección, los diputados y senadores escribirán en la papeleta tres nombres y resultarán elegidos los cuatro o cinco, según los casos, que más votos alcancen.
