Ali Bhutto, un populista autócrata
Zulfikar Ali Bhutto, de 49 años, un señor feudal educado en Oxford y Harvard, consiguió en 1971 salvar al país de la descomposición tras la pérdida de Bangla Desh, e inició una política de negociación y pacificación con la Unión India,Sin embargo, la crisis económica y las revueltas tribales, fundamentalmente en Beluchistán, que estuvo a punto de disgregarse del Estado pakistaní, le empujaron hacia una concentración de poderes, hasta convertirse en un autócrata, tras haber dotado al país de una Constitución de carácter islámico y un régimen parlamentario «corregido» por los señores feudales (a favor del Gobierno o de la oposición) y los funcionarios gubernamentales.
Para la oposición, con la que ha librado un feroz. combate a raiz de las elecciones de marzo, y a la que ha tratado con desprecio siempre, es «un traidor, un asesino, una rata que viste trajes parisienses, calza zapatos italianos y bebe wisky escocés».
A pesar de su ascendencia aristocrática y de su modo de vida, Ali Bhutto ha preconizado en su país un «socialismo islámico», que, en definitiva, es una especie de populismo con fachada progresista.
En el campo de la política exterior, Bhutto supo mantener con habilidad un equilibrio en sus relaciones con China, Unión Soviética y Estados Unidos, aunque a raíz de la crisis de marzo Bhutto se distanció de Washington, a quien acusó de financiar los desórdenes promovidos por la oposición.
Rasgo característico del gobierno de Bhutto en este terreno ha sido el acercamiento a la India y una primacía hacia las relaciones con los paises árabes, que con sus créditos dieron un «balón de oxígeno» a la economía pakistaní.
Bhutto fundó en 1967 el Partido Popular y fue encarcelado tres meses después por el régimen militar. Tras la humillante derrota de Bangla Desh, en 1971, Bhutto fue nombrado presidente de Pakistán, cargo que abandonó en 1973 para convertirse en primer ministro.
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