Grupos de teatro no profesional redactan "El manifiesto de Cuenca"

Con el apoyo de una serie de críticos teatrales, y pidiendo la solidaridad de cuantos se sientan interesados por el teatro, directores y actores de grupos de teatro no profesionales de Barcelona, Almería, Lérida, Valladolid, Asturias, Toledo, Teruel, Tenerife, Salamanca, Cuenca, Valencia, Cádiz y Logroño, reunidos en asamblea en Cuenca, han redactado un manifiesto con el fin de llamar la atención de la opinión pública sobre su situación. El texto, conocido ya como El manifiesto de Cuenca, dice exactamente:

a) Quiénes somos. Desde hace muchos años, el centralismo teatral ha dejado huérfanas a nuestras provincias del hecho escénico. Cubriendo ese vacío, unos grupos de personas unidas por el denominador común del trabajo y conscientes de la necesidad de que todo el pueblo pudiera participar de este indudable e imprescindible vehículo de cultura que es el teatro, se han empeñado en llevar a los más apartados lugares de nuestra geografía, trabajando en solitario, lo mejor de su saber hacer teatral.b) Nuestra problemática se basa en:

1. Censura policial, manifestada a partir de una arbitrariedad en la concesión de permisos para actuar donde nosotros consideremos necesario u oportuno.

2. Escasez de medios a todos los niveles:

Nivel económico: Debido a un equiparamiento de deberes con las compañías profesionales, en cuanto a Sociedad de Autores, menores, etcétera, y discriminación en las ayudas por parte de los organismos competentes.

Nivel material: Ausencia de locales suficientemente dotados para ensayos y representaciones, libres de trabas económicas.

Nivel formativo: Falta de academias, talleres o escuelas de arte dramático a nivel provincial, siendo las pocas existentes totalmente ineficaces.

Nivel informativo: Se puede contemplar desde dos ángulos:

- Falta de atención hacia los grupos no profesionales por parte de los medios oficiales, que en este sentido han ignorado la realidad cultural que representamos.

- Abandono total por parte de los medios de comunicación social para fomentar la inquietud por el teatro para el pueblo.

Planteada esta problemática, exigimos que se nos reconozca nuestra absoluta necesidad en el ámbito cultural del pueblo, lo que hemos significado hasta ahora, nuestra realidad actual y proponemos a los organismos pertinentes estas soluciones:

1. Supresión de la censura con el subsiguiente reconocimiento de la libre expresión, imprescindible en nuestro medio.

2. Abolición total o parcial de tasas de autores, menores, etcétera, habida cuenta de que no nos mueven motivaciones económicas.

3. Asignación de subvenciones dignas y suficientes a cargo de la Administración, rechazando rotundamente todo paternalismo autoritario.

4. Conformación de una infraestructura teatral sólida y, dentro de ella, la creación, como mínimo, a nivel provincial, de escuelas oficiales autónomas de arte dramático, posibilitándolas para que fomenten la educación teatral a nivel escolar.

5. Reestructuración democrática de la Administración, que debe ponerse al servicio de la realidad cultural que representamos.

6. Llamamos la atención a los medios de comunicación social para que apoyen la labor que pretendemos realizar con objeto de llenar ese vacío cultural de que hablábamos más arriba.