Euskadi, responsable

Motiva la presente el artículo « Euskadi no es culpable», publicado eljueves 23 dejunio de 19T7.1. Dice al artículo: « Las siglas de «Pueblo Vasco en Libertad» no merecen este baldón. Yo, le pregunto entonces, ¿qué es lo que se merecen las siglas de «Pueblo Vasco en Libertad», o sea ETA? ¿Qué es lo que se merecen las siglas bajo las cuales se ha asesinado, extorsionado y cometido un sinfín de actos de salvajismo?

Serán muy respetables las aspiraciones de libertad del pueblo vasco, pero ¿es ETA el legítimo representante de esas aspiraciones vascas? Las elecciones del 15 de junio demuestran que no es así; y lo que es más, yo afirmo que ETA sí se merece este baldón, sobre todo habiendo reivindicado el deleznable asesinato de Javier Ybarra.

2. Dice su artículo: «Algunos militantes de ETA han demostrado su falta de preparación política y su incapacidad para digerir transformaciones históricas aceleradas. »

Este nefando crimen así lo demuestra, pero entonces, ¿qué calificativo le cabe a los «otros» militantes de ETA? ¿Acaso son éstos los políticos con capacidad para digerir cambios históricos acelerados?, ¿o acaso son los asesinos buenos?, ¿o qué es lo qué son?

Que ETA está fraccionada parece evidente, pero ¿es que este fraccionamiento, disminuye o exime a ETA de su responsabilidad?

3. Dice su artículo: «Que no se nos venga ahora con la vieja cantilena de los Gobiernos débiles y con los restos de Ybarra erigidos en bandera de los intolerantes».

Entonces, ¿qué se ha de hacer eventualmente con los autores de este crimen? ¿Habrá que amnistiarlos, deportarlos y luego repatriarlos tal como su artículo pide para los «extrañados»? Este asesinato sí tiene que ver conel pueblo vasco, y Euskadi no puede negar su grado de responsa bilidad, de la misma manera que no lo puede hacer España toda y en especial su Gobierno; y muy especialmente si no se toman medidas contra ETA, especialmente ahora que el pueblo ha manifestado ine quívocamente su voluntad. La muerte de Javier Ybarra de otra manera será un peligroso estímulo, no para los «intolerantes», sino para los españoles a los que nos indigna contemplar impotentes la impunidad con que actúan estos salvajes, en nombre de unas aspi raciones del pueblo vasco, que quedan así reducidas a un absurdo.