Mitterrand no cree en el divorcio entre el eurocomunismo y la URSS

El primer secretario del Partido Socialista francés, François Mitterrand, intervino anteayer en la polémica que opone a los dirigentes de la URSS y al PCE, declarando que, en su opinión, el ataque de la revista Tiempos Nuevos contra el líder de los comunistas españoles, Santiago Carrillo, «no significa un divorcio histórico». Los comunistas yugoslavos reaccionaron con viveza, afirmando que «semejantes ataques intentan reanimar los métodos stalinistas». El asunto, en este país, se sigue con gran atención.

«No creo que se trate de un divorcio histórico», estimó el señor Mitterrand, el domingo por la noche. «En mi opinión, todo comunista se reconoce en la elección de unas ideas fundamentales, de unos análisis y de unas lecciones de la historia, y, en esto, se reconocen todos los comunistas, españoles o rusos.»El líder socialista se extendió sobre el tema para explicar que existe una cierta complicidad tácita entre las alianzas de derechas o de izquierdas, y que, en realidad, son más «molestos» los que desde el interior de una de ellas abren el fuego de la contestación.

El Partido Comunista francés, desde que el otro día su secretario general, Georges Marchais, se manifestó contra el artículo de Tiempos Nuevos, no ha vuelto a tomar posición pública, limitándose, en su diario, L'Humanité, a transcribir sucintamente la reacción del PCE, sin más.

Alguna prensa independiente ha publicado casi íntegramente el artículo de la revista soviética y, de una manera general, seguía haciéndose amplio eco ayer de esta controversia. Varios observadores estimaban que, con su iniciativa, la URSS va a intentar que cierren filas todos los «ortodoxos» españoles, franceses e italianos.

Para el diario de izquierdas Liberation, «esta maniobra, en Madrid, ha fracasado, provisionalmente, pero los dirigentes españoles tienen memoria y no olvidan que, cuando Carrillo condenó categóricamente la entrada de los carros soviéticos en Praga, Moscú intentó, en vano, provocar una escisión, apoyándose en Líster, el antiguo general de las Brigadas Internacionales».

La actitud del señor Carrillo y del PCE se observa con gran simpatía en los medios de la izquierda no comunista. Un militante del PS, aliado de los comunistas franceses, declaraba ayer al respecto: «El PC francés cogió en marcha el tren del eurocomunismo, pero aún no ha demostrado la determinación de su homólogo español.»

Yugoslavia critica a la URSS

En los países del Este, ayer se conoció la reacción de Yugoslavia. El órgano teórico de la Liga de los Comunistas Yugoslavos afirmaba que la denuncia de Moscú, según la cual el eurocomunismo intenta romper el movimiento comunista internacional, es «una acusación completamente montada».La revista pleitea en favor de la autonomía de cada PC, en función de las condiciones específicas de los países respectivos y, en suma, considera que los dirigentes soviéticos intentan «reanimar tesis superadas y rechazadas por el movimiento internacional obrero y comunista».