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Canciones tradicionales catalanas para la vuelta de Subirachs

Hace ahora diez años se presentaban en el Palau de la Música de Barcelona tres voces que serían ya los últimos componentes de aquellos legendarios Setze Jutges, iniciadores de la nova cançó. Dos de aquellas voces siguieron por los caminos de la canción y hoy ocupan un lugar prominente dentro de la canción catalana. Eran María del Mar Bonet y Lluis Llach. El tercero de aquella trilogía era un joven de Vic, que después de haber musicado a Salvat-Papasseit y también a Martí Pol, entre otros poetas catalanes, se retiró y no volvió a aparecer en público hasta el pasado año en el festival de Canet.Ahora, y como primera muestra de su nueva incorporación al mundo de la canción, Rafael Subirachs nos hace llegar un elepé titulado Bac de Roda, un disco con ambas caras ocupadas por diversas canciones tradicionales catalanas, iniciado con la que da título al disco y finalizado con Catalunya comptat gran, que no es otra que el conocido himno de Els segadors en una acertada versión de Subirachs. Lo más importante de este disco estriba en el hecho de que ha sido grabado en la iglesia de Santa María de l'Estany con el fin de poder aprovechar las resonancias naturales del lugar. Se ha evitado el uso de instrumental electrónico, así como el de amplificadores para los instrumentos utilizados, todo lo cual da a esta grabación una frescura que le hace ser diferente de los perfectos registros que con la ayuda de la técnica nos son ofrecidos diariamente. Este disco es para nosotros, gentes del siglo XX, una buena muestra de cómo eran interpretadas en su época estas canciones que han llegado hasta nuestros días, unas veces de la mano del Cancionero de Aamades y otras gracias a esa memoria colectiva que va haciendo que las tradiciones pasen por vía oral de padres a hijos.

En este disco podemos encontrar canciones como la que da título al elepé, La presó del rei de França, Cançó del lladre y El testament d'Amelia; temas propios de los pescadores, como El mariner, o de los pastores, como El rossinyol, o alegres canciones de romería, como la titulada Els fadrins de Sant Boi. Para la grabación de todas ellas, Subirachs ha contado, además de con la inestimable colaboración de los venerables muros de Santa María de l'Estany, con el coro de niños de la escuela de música de Vic y con los músicos Xavier Batlles, Xavier García, Ramón Alguersuari, Nacho Quixano y Quino Béjar.

Quizá la primera audición de este Bac, de Roda pueda parecer espesa, pero cuando uno entra dentro del rollo que se ha montado el Subirachs con esta nueva técnica de grabación, cierra los ojos y se siente trasladado en el tiempo a aquellos lejanos días cuando el bandolero Joan de Serrallonga recorría los caminos de Catalunya.

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