Apoteosis en Londres de Nuria Espert - Víctor García
«Esta obra, Divinas palabras, es uno de los mejores espectáculos que hayan pasado por el Teatro Nacional», nos dijo Peter Hall, el director de esa institución británica y uno de los hombres de teatro más relevantes de Europa, al término de la segunda representación de la versión que Victor García y Nuria Espert hacen, en Londres, del texto de Valle-Inclán.
Peter Hall subrayó así la acogida que los espectadores ingleses le dispensaron a Divinas palabras, que se mantendrá en cartel hasta el próximo día 25. Para Hall, «Víctor García es un genio del teatro, del que ya he visto tres espectáculos, y que en esta ocasión ratifica una de las impresiones que siempre he obtenido de su trabajo: las imágenes que alcanza son casi cinematográficas, inolvidables». Sobre el trabajo de Nuria, el director del Teatro Nacional nos dijo: «Ya conocía otras interpretaciones suyas hoy me ha confirmado, una vez más, que está entre las grandes actrices de este momento ». En cuanto a la compañía que ocupa estos días uno de los tres escenarios del complejo que dirige Hall, «creo que su compromiso con la obra de Valle-Inclán es total y que su entusiasmo les hace dejar literalmente la sangre sobre el escenario».Es la tercera vez que Nuria Espert actúa en Londres en esta década. Peter Hall nos describió la recepción que el público le había ofrecido a la compañía española como «una de las más entusiasta que yo he observado que dispensa una audiencia británica».
Respecto a la crítica, la unanimidad sobre la actuación de la compañía no se manifiesta en lo que se refiere a la obra y a su montaje. El crítico del Times confiesa que se le escapan los significados de algunos de los gestos escénicos de Victor García, aunque el comentarista del Guardian se manifiesta un admirador de ese montaje. El especialista en teatro del Daily Telegraph coincide con el del Times en achacar a la espectacularidad de la versión de García la pérdida de algunos de los aspectos verbales de Divinas palabras.
Los críticos ingleses parecen sorprendidos de que una obra que esté basada esencialmente sobre palabras, como señala uno de ellos, haya sido usurpada por la espectacularidad del escenario. Aún así, todos coinciden en destacar la capacidad que ha mostrado Victor García para convertir en símbolos, prácticamente, todos los movimientos escénicos de la compañía.
La polémica que ha despertado el montaje de Víctor García ha hecho aún más atractiva la presencia en Londres de Divinas palabras, que ha dado la oportunidad a los ingleses de interesarse por un Vallé-Inclán que les era prácticamente desconocido. Sus obras en español se han agotado estos días en la capital británica. La traducción inglesa de Divinas palabras, debida a Trader Faulkner, también lleva el mismo rumbo. A pesar de los desacuerdos que ha suscitado esta versión, se considera que «poca gente como Víctor García podría cumplir la tarea de llevar esta obra de Valle a un escenario y creando la sensación de que estamos ante un pueblo gallego capaz de toda clase de transformaciones» (Times).
Las representaciones de Nuria Espert han llevado a los ingleses, inevitablemente, a recordar su Yerma, de 1972; en aquella ocasión Nuria Espert configuró un carácter que para los críticos resulta inolvidable. Esta vez la actriz les sigue entusiasmando, como se revela en todas las críticas que han salido, pero María Gaila, su personaje, se les escapa. «Su actuación no ha perdido nada de su generosidad y entrega física. Ella va a través del escenario irradiando confianza y alegría en medio de la deformidad física y moral. Ver a esta actriz es aprender algo acerca de las mujeres en general, pero en esta ocasión no nos dice tanto acerca de ningún carácter en particular», afirma el crítico del Times.
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