Catastróficas inundaciones en Vicaya y Guipúzcoa
La cantidad de lluvia caída sobre Vizcaya fue tal, que en las últimas 36 horas llegaron a contabilizarse hasta 130 litros por metro cuadrado. Este exceso de agua -que porla noche coincidiría con la pleamar- desbordó el río Nervión, arroyos y manantiales e hizo correr los torrentes desde las montañas hasta los valles arrastrándolo tod a su paso. A las diez de la mañana comenzaron a recibirse llamadas de socorro en los parques de bomberos puestos de Cruz Roja e incluso en emisoras deradio. La alarma había cundido ya en las zonas de Asúa, Romo y Las Arenas, Guecho, Munguía, Guernica, Amorebieta y alrededores de Bilbao, donde el agua cubría los núcleos urbanos y los caseríos y zonas agrícolas de aquellos términos.
Eran constantes los avisos radiofónicos aconsejando que las madres no enviaran a sus hijos a los colegios. A la hora de incorporarse a su trabajo varias docenas de miles de trabajadores no pudieron llega a sus fábricas y trabajos por la imposibilidad de usar los medios habituales de desplazamiento.
Lo que en principio había parecido un aviso excesivamente sensacionalista se convirtió en tina alarma general en toda la provincia, comenzando ya a calificarse las inundaciones como catastróficas.
A las once de la mañana estaban, incomunicadas e inundadas en su totalidad las localidades de Munguía, Plencia, Baquio, Arminza, Guecho, Las Arenas -barrio de Romo- y Asúa. En Munguía, el pueblo estaba inundado; habían alcanzado las aguas alturas de hasta dos metros en la zona de la estación. Plencia y Baquio tenían cortadas sus comunicaciones: en Guecho y Las Arenas las aguas alcanzaban niveles de metro y medio y dos metros. En esta zona la riada arrastró coches y las aguas anegaron plantas bajas y talleres llegando casi hasta los primeros pisos.
La única víctima
A las doce del mediodía se intentaba poner a salvo a ocupantes de varias viviendas que en su mayoría habían subido a los pisos altos e incluso a los tejados. En principio se temió por la vida de algunas personas que ocupaban tiendas y plantas bajas. Todas estas operaciones se realizaban tal era la magnitud de las inundacionesa base de embarcaciones con motor: dado que la fuerza de la corriente impedía el uso de las barcas movidas a remo.En Arminza -localidad costera cercana a Plencia- se producía la única víctima de la jornada. Mieuel Angel Mendibur, de cincuenta años, fue arrastrado por la riada que invadió las tierras de su caserío Bolatzo cuando trataba de recuperar de su vivíerída la documentación. Antes había puesto a salvo a su madre Francisca Barturen y a su hija.
En la localidad costera de Bermeo, el nivel de las aguas alcanzó también los dos metros en. la avenida del Generalísimo y en el portal de San Francisco. Una veintena de vehículos fueron arrastrados por la riada.
En el valle de Asúa, nudo de carreteras por las que se accede a Bilbao, las aguas alcanzaron, niveles del orden de un metro. En este enclave de carreteras quedó bloqueado un autobús con sesenta viajeros. El vehículo hubo de ser retirado con la ayuda de dos grúas de gran potencia. En las cercanías los accesos al aeropuerto -en donde en toda la mañana sólo aterrizó un aviónes- taban cortados al tráfico.
En la margen izquierda del Nervión, los puntos más dañados por las aguas fueron las zonas bajas de Baracaldo, Sestao (en donde debió ser desalojada in extremis una vivienda ocupada por gitanos, y Santurce, cuyo Ayuntamiento se vio invadido por las,aguas.
.En la zona del Duranguesado, los daños de las inundaciones no eran menores. En Guernica y Amorebieta las aguas desbordadas cubrieron parte del casco urbano, siendo más importantes las inundaciones en Amorebieta como fundamentalmente en la zona llamada de la Estación, en donde setenta centímetros de agua habían ocupado ya locales comerciales y bajeras.
Otras zonas también afectadas seriamente por la riada durante la mañana eran Miravalles, Arrancudiaga, Orozco, las primeras localidades de la provincia de Alava (Areta. Llodio y Amurrio) y los importantes núcleos industriales y mineros de Somorrostro y Musques totalmente inundados en su casco urbano.
En la zona de Galdácano, donde se hallan emplazadas más de una docena de importantes fábricas, las aguas del Nervión inundaron parte importante de sus instalaciones.
En Bilbao las aguas de la ría rozaron el nivel de la ribera, saltando sobre las calles del casco viejo en la zona del puente de San Antón, donde quedó cubierta toda la planta baja del mercado.
Los dos barrios bilbaínos más afectados fueron los de La Peña y Recaldeberri. En el primero, totalmente inundado, fueron necesarios los trabajos conjuntos de Cruz Roja y DYA (Asociación de Ayuda en Carretera) para poner a salvo a varias docenas de ocupantes de las viviendas cubiertas por el agua en sus plantas bajas. A las siete de la tarde se temían importantes corrimientos de tierra en algunos puntos del barrio, fueron desalojados los vecinos de varias viviendas por los servicios de socorro.
En Recaldeberri el agua ocupó importantes zonas del barrio e inundó algunos talleres. Tres trabajadores que ocupaban uno de ellos sufrieron heridas leves al ser sorprendidos por el derrumbamiento de una pared.
Por lo que se refiere a cornunicaciones puede decirse que durante toda la mañana estaban cortadas al tráfico, además de los accesos a Bilbao, las carreteras que unen la capital bilbaína con Santander, San Sebastián -se recomendaba viajar por autopista-, Valmaseda y Santurce. Los atascos, que en todas estas zonas fueron considerables, convirtieron a Bilbao en una ciudad poco menos que demencial. A mediodía el caudal de las ágiías había comenzado a descender tímidamente. Se ternía, no obstante, la pleamar, que habría de producirse a las tres y cuarenta y dos de la tarde.
Justamente el domingo se cumplían dos años de unas gravísimas inundaciones sufridas por la provincia en el año 1975. Entonces se consideró a Vizcaya «zona catastrófica», y se calcularon las pérdidas en 2.683 millones de pesetas. Las zonas más afectadas fueron entonces los valles del Nervión, Ibaizábal, Arratia, la ría de Bilbao y Guernica.
En Guipúzcoa y Santander
Por lo que respecta a Guipúzcoa, el desbordamiento del río Deva en el punto donde confluye con el río Quilimón, a la altura de la localidad de Mendaro, causó fuertes inundaciones en toda la zona industrial de Eibar y Elgoibar, donde la riada llegó a subir más de un metro y medio sobre el nivel normal. A la altura de Mendaro, la carretera general San Sebastián-Bilbao quedó cortada por el nivel de las aguas que cubrieron la totalidad del pueblo y causaron importantes perjuicios en el comercio.Serias intercepciones se produjeron también en la carretera general Irún-Madrid, a la altura de Legorreta, donde el río Oria, desbordado, llegó a interrumpir la circulación a veces por completo y posteriormente la dificultó seriamente.
También en Legazpia, pueblo del alto Goyerri, muy próximo a Zumárraga, un desprendimiento de tierras interceptó la vía férrea de la línea Madrid-Hendaya, en el kilómetro 562. Por último, en la provincia de Santander hay que reseñar inundaciones en diversas poblaciones y cortes en las comunicaciones por carretera y ferrocarril. Muchas calles de la capital se vieron anegadas y su comercio interrumpido.
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