Tradición caciquil secular
En Avila y Segovia, provincias mínimamente industrializadas y de estructura básicamente agrícola, el caciquismo constituye una tradición secular. Pueden dar fe de esta afirmación los partidos y candidaturas de izquierda, las más activas en cuanto a campaña electoral. La inmensa mayoría de los actos, en ambas provincias, del, PSOE, PSP, PCE o Unitarios han contado con la estrecha observancia de los agentes de la red caciquil, así como con el desmedido celo legal por parte de los alcaldes.En algunas ocasiones locales particulares previamente contratados han sido más tarde denegados por sus dueños sin mayores explicaciones, mientras que las dificultades para realizar propaganda han sido notables, El aparato del Movimiento y los alcaldes de los municipios reparten su simpatía, en algunos casos, en colaboración directa con Centro y Alianza. En Segovia la mayor parte del personal de la antigua Delegación de la Juventud se ha transformado en asalariada de Alianza Popular, en cuya tendencia se supone la inscripción ideológica del gobernador civil. En Avila, por el contrario, es el Centro quien cuenta con mayores simpatías entre gobernador y alcaldes, mientras Alianza Popular, cuya campaña publicitaria es más ostentosa, constituye una pequeña familia, con importantes vinculaciones económicas y caciquiles, denominada popularmente Alianza Familiar. Como nota curiosa cabe reseñar la carta que el combatiente y ex presidente de Enagás, Luis Valero Bermejo (Alianza Nacional del 18 de Julio), ha dirigido a los distribuidores abulenses de Butano, al objeto de colocar pegatinas de su candidatura en las bombonas.
En Segovia, donde por falta de reconocimiento de una sola firma no fue admitida la candidatura de la Agrupación Electoral de los Trabajadores, no pasó inadvertida la inicial no proclamación de la candidatura al Congreso del PSOE. La sentencia de la Junta Electoral Central, en la que se aplicó, por vez primera, el pacto electoral de derechos civiles y políticos, califica de prueba diabólica la exigida a uno de los candidatos, en el sentido de mostrar que no ejercía cargos ministeriales.
Alianza Popular ha mostrado poco interés por los actos públicos, pero ha mantenido almuerzos y cenas con las personas más influyentes de cada comarca. Por su parte, el Centro, cuya campaña electoral alcanza niveles obsesivos, cuenta entre sus candidatos con los dos presidentes de la Diputación a lo largo de los seis últimos años.
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