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El secuestro de Javier de Ybarra entra en sus horas claves

Aunque la policía francesa guarda un completo silencio en torno a las detenciones de Apalategui y los dos miembros del Grupo Ipartarrak, hasta el punto de que ni siquiera ha confirmado ni desmentido las noticias, se sabe que el coche que Apala tiene en propiedad se encontraba ayer en la comisaría de San Juan de Luz. Por otra parte, uno de los policías que vigila en Porquerolle a los diez vascos confinados, les dijo ayer que muy pronto iban a tener un nuevo compañero, ya que Miguel Angel Apalategui Ayerbe había sido detenido la noche anterior.

Todos estos datos permiten asegurar que Apala se encuentra efectivamente detenido en el sur de Francia, pese a no disponer de una confirmación oficial. Se ha filtrado, por otra parte, que en el momento de su detención se le ocupó una fotocopia de la carta que Javier de Ybarra envió a sus hijos desde su cautiverio. Todo ello hace crecer las sospechas de que Apala puede efectivamente encontrarse al frente de los comandos que le secuestraron hace quince días. En el vehículo en el que viajaban en el momento de su detención se encontraron asimismo algunos instrumentos, tales como un destornillador especial, que pueden utilizarse para abrir coches.Tal vez la detención de Apala puede cambiar el curso del secuestro de Javier de Ybarra, que entra en sus horas decisivas, aunque todavía no ha comenzado a regir el plazo de 48 horas dado por los comandos especiales de ETA-PM para que la familia entregue los mil millones de pesetas exigidos como rescate. Este plazo empezará a contar a partir del próximo comunicado que hagan público los secuestradores, pero se tiene la impresión de que esta vez va en serio.

Ultimo contacto

El último contacto de la familia Ybarra con los berezi tuvo lugar el pasado miércoles por mediación de un yerno del secuestrado, que está actuando como negociador de la familia. La oferta inicial había consistido, según nuestros informantes, en una entrega inmediata de veinticinco millones de pesetas, para negociar a partir de ahí el rescate definitivo que se elevaría aproximadamente al doble.

Este ofrecimiento fue considerado ridículo por los etarras, que en ningún momento parecen dispuestos a bajar de los quinientos millones, que, aun siendo la mitad de lo exigido inicialmente, parece que colmaría sus aspiraciones. El razonamiento que los comandos especiales parecen hacerse en este caso es que hace cinco años pidieron y consiguieron ya cincuenta millones por Huarte y que la familia Ybarra representa mucho más.

La situación de los secuestradores parece lo suficientemente segura como para poder prolongar la situación -eso es al menos lo que se dice en el sur de Francia-, pero la posible excarcelación de todos los presos vascos podría dejarles en posición incómoda, con un hombre que mantienen en cautividad por motivos puramente económicos.

Por lo que respecta a la familia, se mantiene el mutismo absoluto. Con Antonio de Ybarra insiste una y otra vez a cada llamada telefónica en que no puede facilitar ninguna declaración para afirmar ni negar nada. En fuentes próximas al secuestrado se señala, sin embargo, que hay serios problemas para conseguir sumas de dinero que se aproximen a la exigida y que en todo caso sería prácticamente imposible rebasar los doscientos millones. La cuestión económica ha planteado también algunas diferencias en el seno familiar.

Se sabe también que el yerno de Javier de Ybarrá visitó aun abogado francés, después de que las negociaciones con los secuestradores quedasen rotas. En esta entrevista solicitó la mediación de este abogado para rebajar las exigencias y salvar así la vida del señor De Ybarra. Gestiones similares se han hecho asimismo ante algunos políticos vascos moderados, a quienes podría perjudicar seriamente en estos momentos un nuevo episodio de violencia en el País Vasco, similar a lo ocurrido con Berazadi. Se ha conocido también que las dos personas detenidas junto a Apala pertenecen al grupo nacionalista Ipartarrak, que reivindicó un incendio que en la madrugada del jueves destruyó una agencia inmobiliaria de Biarritz. Una de estas dos personas detenidas responde a la identificación de Lilian Irigoyen.

Mientras en el sur de Francia se disparan los rumores, que apuntan todos ellos a que la familia no debe perder el tiempo si quiere recuperar con vida al señor De Ybarra, en las inmediaciones de Bilbao se intensifican los controles de carretera. Concretamente ayer se habían instalado en Erleches, el Gallo, San Ignacio y Lejona. Las batidas de la Guardia Civil eligieron con preferencia las zonas de Guernica y Amurrío. En esta última localidad alavesa fue detenida una pareja, sin que por el momento se tengan más detalles ni sobre su identidad ni acerca de su posible vinculación con el secuestro.

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