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Las tropas rodesianas abandonan territorio mozambiqueño

Las tropas rodesianas se han retirado de Mozambique, después de haber llevado a cabo la operación militar más importante fuera de sus fronteras, según informa un comunicado del comandante en jefe de las fuerzas de Rodesia, hecho público ayer en Mozambique, en el que afirma que han sido destruidas cuatro «bases guerrilleras» y depósitos de armas y municiones, durante los cinco días que ha durado la invasión. Por su parte, un portavoz militar mozambiqueño en Maputo afirma que las fuerzas invasoras fueron obligadas a replegarse, tras violentos combates con las fuerzas armadas de Mozambique. La retirada rodesiana ha sido acogida con alivio en las capitales occidentales, especialmente en Londres y Washington.

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Preocupación alemana

La incursión de tropas rodesianas en territorio de Mozambique ha provocado una airada reacción en Washington, donde se advirtió de las «serias consecuencias» que podría tener esta acción en la estabilidad de la zona, y se incrementaron las presiones sobre Ian Smith para que éste ordenara la inmediata retirada de sus fuerzas.El Departamento de Estado norteamericano y el Foreign Office británico desarrollaron una intensa y coordinada actividad diplomática durante los últimos tres días, en un intento de conjurar la amenaza que podría representar la invasión de Mozambique para el plan conjunto anglonorteamericano, que pretende la transición pacífica hacia un Gobierno de mayoría negra en Rodesia para el año próximo.

La acción de Smith, que fue calificada como «gravemente provocadora» por el Departamento de Estado, podría tener también como consecuencia una mayor penetración soviética en Africa austral, en opinión de la Administración norteamericana, que recordó la existencia de un reciente pacto de defensa entre Mozambique y la URSS. Tanto Londres como Washington se apresuraron a tomar contacto con sus aliados y con los líderes africanos de la zona, además de amenazar a Smith con una nueva acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra Rodesia.

La interpretación que se da en los círculos políticos de Washington a la arriesgada decisión de Smith es que éste buscaba incrementar la tensión en el área con la esperanza de que una situación de conflicto bélico con sus vecinos negros obligaría a las potencias occidentales a acudir en su ayuda y retrasaría durante un tiempo indefinido la cuestión del tránsito a un Gobierno mayoritario. Por ello, los esfuerzos de Estados Unidos y Gran Bretaña se han dirigido a pedir serenidad a los países limítrofes y a impedir una escalada del conflicto.

Por otra parte, la presión anglonorteamericana sobre Smith parecía haber tenido efecto positivo ayer, cuando se anunció la retirada de las tropas rodesianas que habían tomado la ciudad mozambiqueña de Mapai, a unos cien kilómetros de la frontera. Según la prensa estadounidense, tanto Washington como Londres habrían advertido a Smith de que no pensaban intervenir en caso de un agravamiento del conflicto y que él solo debería hacer frente a las consecuencias de su provocación.

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