Mario Soares intenta recuperar la iniciativa política
Mario Soares se dirigirá a los portugueses por radio y televisión, probablemente antes del fin de semana. Inicialmente prevista para el lunes o el martes, la alocución es esperada como el lanzamiento de los grandes proyectos del Gobierno, cuya discusión va a dominar el debate político de las próximas semanas. Más particularmente, las grandes orientaciones a medio plazo (1977/1980) y las «leyes de base de la reforma agraria».El primer ministro aprovechará seguramente la oportunidad para intervenir en las grandes controversias del momento político. Ha sido muy notoria la referencia al empeño del Gobierno en dialogar con los trabajadores, hecha por Mario Soares al hablar, el sábado, al personal de la Fábrica Nacional de Cemento. Esta actitud dialogante se concretó en el evidente,buen humor demostrado por el'primer ministro el lunes, al recibir por segunda vez a los dirigentes de la Confederación General de los Trabajadores Portugueses (CGTP).
Entretanto, los dos partidos de la «convergencia democrática», el Social Demócrata de Sa Carneiro, y el centrista, de Freitas do Amaral, prosiguen los contactos iniciados el pasado miércoles.
Ayer sus dos líderes fueron recibidos por el presidente Eanes que, como empieza a hacerse habitual, está «tomando el pulso» de la situación política, recibiendo en audiencia a los portavoces de los partidos representados en la Asamblea de la República, antes de tener una reunión de trabajo con el primer ministro.
De las declaraciones hechas por Sa Cameiro y Freitas do Amaral a la salida del palacio presidencial, se desprende una nítida diferencia de tono. El primero, aparte de las severas críticas a la «incapacidad política del Gobierno», ha hecho también una dura requisitoria contra lo que llamó la «solidaridad entre los partidos Comunista y Socialista», puesta de evidencia por la no aceptación, por el PS, de un diálogo sin participación de los comunistas.
El presidente del CDS ha sido mucho más comedido en sus declaraciones, insistiendo en «explicar» que la iniciativa de los dos partidos no tenía como intención provocar la caída del Gobierno, ni «disputar el poder».
Problemas con los árabes
La decisión de Lisboa de elevar a rango de embajada su consulado en Israel, que funcionaba desde el final de los años 50, está provocando reacciones en los países árabes.Después de la protesta de la Liga Arabe, Libia ha llamado a Trípoli a su encargado de negocios, y el ministro de Relaciones Exteriores de Yemen acaba de anunciar, en Sanaa. el corte de relaciones diplomáticas con Portugal. Si bien no son de esperar consecuencias dramáticas para el abastecimiento de petróleo, quedan muy comprometidas las esperanzas, aún alimentadas en Lisboa, de que la OPEP conceda a Portugal las ventajas otorgadas a los países en vías de desarrollo. A pesar de la voluntad de la diplomacia portegueind de minimizar la crisis, numerosas empresas que ya trabajan o negocian con el mercado árabe, no disimulan su preocupación.
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