El gremio de joyeros espera soluciones eficaces por parte del Gobierno
Tres robos de joyas, dos de ellos en joyerías, fueron cometidos en Madrid durante el pasado fin de semana. El botín obtenido por los ladrones fue en esta ocasión de escasa cuantía: poco más de 700.000 pesetas. El método usado en los dos establecimientos y en un domicilio particular donde se apropiaron de alhajas y dinero indica que los delincuentes eran aficionados. Entre los motivos para hacer esta afirmación figura el respeto que les infundió a los ladrones las cajas fuertes de los locales, que contenían valiosas alhajas.
Los robos se produjeron mediante previa fractura de las lunas de los escaparates, durante la noche del sábado al domingo. En las joyerías de la calle Alcalá, 139, y Conde de Peñalver, 10. La tercera sustracción se producía en la tarde del lunes en un domicilio particular de la plaza de las Peñuelas.El motivo de relacionar los robos en domicilios y establecimientos es único: la facilidad con que delincuentes, incluso aficionados, pueden desprenderse de la mercancía. ya a través de la venta a un perista o comprador o por el desmonte de las piezas sustraídas y trasladadas al extranjero. Sólo en pocas ocasiones y por el soplo recibido o por la cantidad excesiva de joyas transportadas, los alijos logran ser retenidos por la policía y los funcionarios de aduanas.
Lo que es indudable es que ya sean aficionados o especialistas la ola de robos mediante el sistema del butron o agujero efectuado en una de las paredes del establecimiento o por medio del atraco efectuado en pocos minutos, ha supuesto sólo en Madrid una pérdidas de más de 75 millones en los cinco primeros meses de este año.
Ante ello el malestar del gremio de joyeros es lógico. La mayoría de los atracos y robos cometidos podrían haber sido impedidos de haber entrado en funcionamiento las medidas que ya en 1975 los profesionales joyeros solicitaron al señor Arias Navarro cuando era presidente del Gobierno. La respuesta entonces se hizo esperar. Luis Soriano presidente del Gremio de Joyeros de Madrid, organismo que agrupa a más de 1.500 empresas, manifestó a EL PAÍS, en el curso de una entrevista, el desarrollo de las gestiones desde que en 1970 el número de delitos contra joyerías se convirtió en uno de las mayores preocupaciones del gremio.
«La primera medida tomada por nuestra agrupación fue la de realizar un viaje a Suiza para estudiar el sistema de alarma con el que contaban las joyerías de dicho país, considerado como una de las más efectivas del mundo. En la e omisión enviada figuró asimismo personal especializado de la Dirección General de Seguridad.»
Posteriormente, y como consecuencia de esta visita, los joyeros comenzaron los contactos con distintas firmas españolas para la futura instalación de mecanismos de seguridad.
«Con este motivo se mantuvieron conversaciones a distinto nivel, que aún continúan y sobre las que esperamos haya próximamente una solución; de todas formas somos conscientes de que resulta preciso revisar determinadas legislaciones para poder acceder a lo que solicitamos. Los acuerdos del Consejo de Ministros del pasado día 13 hace que nos sintamos optimistas en tal sentido», manifestó asimismo el señor Soriano.
Sin embargo, las peticiones realizadas, aparte de la concesión de licencias de armas y las obras en establecimientos antiguos para dar mayor seguridad a los locales, continúan a la espera de ser abordadas por el Gobierno. Entre ellas se pedía la moratoria en el pago de impuestos a establecimientos robados y un lógico sistema de seguridad, cierres metálicos, caja fuerte y cobertura de seguro, obligatorios para los nuevos establecimientos de joyería.
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