"La ideología del objeto de arte está en crisis"
Entrevista con el crítico Tommaso Trini
«Creo que la ideología del objeto de arte está en crisis, en el campo de la vanguardia, el objeto de arte al cabo de los años se convierte en tradicional. La ideología de la vanguardia es dominante como mercado y consumo; la burguesía adquiere vanguardia porque es más prestigioso», declara a EL PAIS Tommaso Trini, crítico de arte, director de la revista Data, de Milán y comisario de la Bienal de Venecia.
Tommaso Trini pronunció ayer una conferencia en la inauguración de la exposición Laberinto de primavera en el Prado, de Angel Orensanz, cuyas esculturas también se muestran en la galería Ynguanzo (Concierto de Diluvio) y en la Ciudad Universitaria (Gritos de primavera en la Moncloa).«De la obra de Angel Orensanz me interesa el aspecto sociológico de sus esculturas. Creo que se encuentra en una fase de transición, entre el movimiento de la escultura abstracta, tradicional en cierta manera, y el campo artístico de la animación, con relación a los lugares culturales exteriores. En esta transición, que se da en varios países, la escultura es menos privada y más social. Sacar el arte a la calle tiene una expresión profunda, tanto individual como colectiva. Este fenómeno me interesa mucho como crítico de arte, ya que revaloriza la técnica manual, la cultura material, que participa de situaciones colectivas. »
El interés de Trini se centra en la estructura abierta del arte contemporáneo y la consideración de los artistas como historiadores. «Los historiadores en el campo del arte son demasiado esquemáticos. Algo de esto ha ocurrido con las vanguardias históricas de este siglo. No es fácil comprender la realidad del lenguaje y desarrollo de la línea genética, por ejemplo del arte conceptual o neodadá, sin hacer un estudio sobre lo que han escrito o dicho los artistas.»
«La obra en sí misma es todo, pero hoy es imposible hacer una obra sin una idea analítica. El artista tiene que pensar una teoría y comunicarla a través de otros artistas y críticos. Creo que teoría y práctica deben estar unidas. Los artistas que hacen sólo teoría no son artistas. No es necesario marcarse un objetivo, ya que puede ser una acción, un comportamiento, un modo de vivir. El contexto es muy importante, que puede ser físico, como en las esculturas de Orensanz, o uno más complejo, de estructura, de elementos culturales. Creo que una obra radicada en un contexto preciso adquiere un lenguaje más profundo. »
Tommaso Trini considera que los críticos de arte tienen un poder parecido al de los profesores universitarios. «No tienen una autoridad creativa. Tenemos poder en los periódicos de amplia difusión; los artistas no tienen confianza en los críticos. El esfuerzo de los jóvenes críticos es trabajar conjuntamente con los artistas, elaborando una teoría que es paralela a sus obras, teoría que estudia todos los elementos de la estructura del arte entendida como un sistema. El arte ahora no se mueve en tendencias formales, hay un predominio del contexto étnico.»
Entre los proyectos de la Bienal de Venecia figuran una exposición, en octubre próximo, de intelectuales disidentes de países socialistas. Esta propuesta ha provocado conflictos entre los partidos políticos italianos. Otro proyecto es hacer una exposición especializada sobre la cultura italiana de los años sesenta, que recorra varios países. «Estamos pendientes de una subvención de 3.000 millones de liras. Para la Bienal 78 se está pensando en varios temas como ideas principales: el arte como educación, las acciones artísticas con participación, y la relación de intelectuales y el poder. En la Bienal cada país controla su propia representación, excepto en países totalitarios, donde la Bienal decide su propia idea y se relaciona con intelectuales, no con el poder.»
Babelia
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