Cataluña y España
Permítame expresar en su diario mi más enérgica protesta, principalmente como español.Yo soy catalán, nacionalista, pero, como tal, también soy español, porque ser español es ser: gallego, andaluz, aragonés, catalán, etc. Ser español es sencillamente convivir todos juntos y estructurarnos libremente como Estado. Ser español no quiere decir tener que hablar sólo castellano, ni propugnar una celestial unidad carente de realidades más concretas y libres que libremente la constituya.
Atendiendo a esto que es así de sencillo, y todo lo demás son verbalismos retóricos, y encaminados corro parece a la consecución de la democracia, que ahoga por la libertad del individuo y, por tanto, también por la de las comunidades, no me explico, como español y demócrata, cómo no se difunden más las realidades históricas culturales de las distintas nacionalidades y regiones y sus aspiraciones a nivel de calle.
¿Por qué no se habló, por ejemplo, en los diarios y en la televisión con mayor exposición y amplitud dándole su dimensión real del día de Sant Jordi (San Jorge) en Cataluña?, donde sólo en Barcelona se movilizaron unos 200.000 ciudadanos, pidiendo el estatuto del 32, no se dijo que se tendía a normalizar (y yo añadiría a desmitificar como es el caso del PC y Carrillo) lo que a nivel de calle era sencillamente normal?
La democracia no es sólo un repertorio de tendencias a elegir, sino también contenidos geográficos-humanos, comunidades, que conforman realidades diferenciadas que juntas y libremente articuladas crean un Estado.
Todos esos hombres «tan españolistas» (que no sé qué España les queda) que propugnan, una sencilla unidad-uniformidad, ascendiendo así a mundos irreales, son ellos, en realidad, las separatistas.
Yo estaba también el día de Sant Jordi en la plaza de Sant Jaume pidiendo, en mi lengua, el Estatut (volem l'Estatut) y pensando, en catalán, soñé con una España nueva.
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