_
_
_
_

Pugna franco-alemana por apadrinar la entrada de nuevos miembros a la Comunidad Económica Europea

Actualmente hay cierta pugna entre París y Bonn para ganarse las simpatías, y garantizarse la influencia económica y política, en los tres países que deben convertirse en un futuro próximo en miembros del Mercado Común.

La gira de Karamanlis, primer ministro griego, por varias capitales europeas, junto con la visita a Atenas de Natali, vicepresidente de la comisión, permiten a los griegos presentar la batalla hacia Europa bajo una óptica optimista, lo cual no vence la oposición real que existe en Bruselas cuando se trata de negociar al detalle el contenido exacto de la entrada de Grecia a la CEE.Francia cuenta con buenas palabras e intenciones positivas para la ampliación de la CEE. Antepone, sin embargo, obstáculos económicos reales sobre todo ante la perspectiva de una adhesión de España. La RF de Alemania, aprovechando la debilidad económica gala, que le obliga al doble juego, plantea la problemática de la adhesión en términos económicos y cifra el coste total de la operación. Bonn quiere ser, en el interior de la CEE, el verdadero motor del proceso de ampliación.

De ahí que tenga particular interés la óptica del Gobierno alemán que considera el propio proceso de ampliación «como un progreso de los objetivos fijados en el tratado de Roma».

Dicen en Bruselas que los alemanes disponen de datos precisos sobre la carga financiera que puede suponer la ampliación. A largo plazo opinan que la entrada de Grecia, Portugal y España será rentable para la CEE... y para los intereses económicos germanos.

Tesis a favor de la ampliación

En el mensual Eg Magazin, editado en Bonn por el Servicio de Prensa de las Comunidades, Europeas en la RF de Alemania, se publica este mes un interesante artículo que, bajo la firma de Ulrich Everling, jefe del departamento europeo del Ministerio de Economía, expone sus tesis personales sobre la ampliación de la CEE.

Sus ideas, favorables todas a la ampliación, pueden resumirse en tres grandes capítulos: los políticos, los económicos y los institucionales.

En el terreno político Everling dice que la respuesta no puede ser más que positiva si, para garantizar su seguridad interior y exterior, Grecia, Portugal y España deciden integrarse a la CEE. Considera que la cooperación intergubernamental será reforzada con la entrada de Estados que no están influenciados por las ideas de la supranacionalidad. Opina, que la influencia mundial de la CEE ganará peso con la entrada de los tres candidatos ya que, gracias a la CEE dichos Estados buscarán en el mundo la voz que perdieron como país.

En lo económico, el político alemán valora posibilidades y riegos. Trata la ampliación de mercados para la industria, sin olvidar la necesidad de ciertas reestructuraciones en el interior del sector industrial de los nuevos futuros miembros. En política agrícola considera que el sector mediterráneo recibirá más atenciones que en la actual Europa verde inclinada a cultivos y producciones del norte. Es menos optimista en cuanto al futuro de la sonada unión económica y monetaria, debido al desequilibrio suplementario que aportará la entrada de los tres.

En materia institucional Ulrich Everling considera que debe seguirse el ejemplo de las negociaciones de adhesión de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca, en cuanto a períodos de transición y solución previa de todos aspectos de la adepsión, antes de la firma de los tratados. Sin llegar a pronunciarse a favor de la regla del voto por mayoría en las instancias comunitarias, opina que será más difícil mantener posiciones divergentes.

En conclusión considera que la decisión histórica de la ampliación no debe ser aplastada por problemas menores de orden técnico.

Aunque se trate de opiniones personales, dado el cargo del político germano, las orientaciones pueden servir de guía de cuál será la actitud de Bonn cuando llegue el momento decisivo de negociar la entrada al Mercado Común de España.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_