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Enrique Buenaventura: "El teatro cuestiona la ideología"

Actuaciones en Madrid del Teatro Experimental de Cali

«El arte, el teatro, cuestiona la ideología. Pretender que el teatro tenga una eficacia concreta e inmediata es convertirlo en rito. El teatro no es para darle conciencia a nadie, sino para cuestionarle la conciencia que tiene, para que la persona piense en los grandes problemas que tenemos metidos y fundamentalmente para que se diverta», declara el dramaturgo Enrique Buenaventura, director del Teatro Experimental de Cali (TEC), de Colombia, que hoy se presenta por primera vez en Madrid.

Con un coloquio con Buenaventura sobre teatro latinoamericano a las ocho de la tarde, en el Colegio Mayor San Juan Evangelista (Ciudad Universitaria), se inicia la presentación del TEC en Madrid. Las representaciones serán en la sala de este colegio mayor y en la programación figuran: hoy, viernes, a las 10.30 de la noche, Vida y muerte del Fantoche Lusiiano, de Enrique Buenaventura (sobre un texto de Peter Weiss); mañana, sábado, a las 7.30 de la tarde. A la diestra de Dios Padre, de Buenaventura, y en sesión de noche Soldados, de Carlos José Reyes; el domingo, en sesión de noche, La denuncia, de Buenaventura. En la Sala Cadarso, el domingo a las doce de la mañana, un recital de canciones de la costa del Pacífico por Bereju-TEC.Enrique Buenaventura sitúa los comienzos del Teatro Experimental de Cali. «En Colombia no existe el teatro comercial, estamos organizados como grupos de teatro independiente. El TEC nace como una escuela de teatro oficial y en 1963 se constituye como grupo. Hacemos grandes temporadas con obras de Moliere, Lope de Vega, Shakespeare, Sófocles, en una etapa de aprendizaje y, un tipo de teatro cultural. Poco a poco nos vamos ligando a la problemática nacional al proceso de luchas sociales del país, con montajes como Ubu Rey (1966), La trampa (1967) y Los papeles del infierno (1968). A raíz de este proceso nos quitan las subvenciones oficiales y nos expulsan de la Escuela de Bellas Artes. A partir de ese momento nos convertimos en teatro independiente, con actividad en una sala propia.»

Teatro popular

La propuesta del TEC es hacer un teatro popular, que para Enrique Buenaventura -tiene dos aspectos. «Un aspecto del teatro popular está ligado a la lucha de liberación nacional de nuestro país, de América Latina y del Tercer Mundo, a través de la temática de la visión del mundo. Otro aspecto es la búsqueda de formas populares teatrales que han sido olvidadas o no reconocidas, que están en el pueblo, en agrupaciones negras, en las culuras indigenas y en toda la cultura mestiza. Investigar esas formas danzísticas, musicales y utilizarlas con un lenguaje nuevo No se trata de una búsqueda para hacer folklorismo, sino usarlas estéticamente en el proceso de liberación nacional.«Pretender que el teatro tiene una eficacia inmediata y concreta es convertir al teatro como producto estético en un rito, ya sea religioso o político. Los ritos sí tienen una eficacia inmediata. El arte no puede ser confundido con el rito, el arte cuestiona la ideología. Cuando Brecht, que sigue teniendo una solidez profunda en toda la estética, habla de teatro didáctico dice que la mejor didáctica es cuestionar la ideología. Por eso no me gusta el término concienciar en el teatro. El teatro tampoco es un medio de información, sino una manera de cuestionar la información recibida.»

El teatro de Enrique Buenaventura ha sido representado en varios países. En España, grupos de teatro independiente han montado sus obras y se han publicado en las revistas Primer Acto y Pipirijaina. Aunque los montajes del TEC son creaciones colectivas, no desaparecen las especialidades. «Lo que debe desaparecer son las jerarquías y la autoridad. El director y el autor discuten en equipo todas las escenas y estructuras del trabajo. La idea de la originalidad y de la propiedad privada de las ideas es una ilusión que ha sido desarrollada en un sistema donde todo es propiedad privada. Ya Marx se ocupó del arte en la propiedad privada.»

El TEC busca la relación con un público popular. «Fundamentalmente nos dirigimos a un público que necesita transformar la sociedad en que vive, pero no tratamos exclusivamente los temas de esos públicos. Cualquier exclusividad sería un encierro. Lenin explica que la clase obrera no puede ser reducida a sus propios problemas, dice que a la clase obrera le interesan todos los temas y todos los aspectos de la sociedad. Además, el público universitario y de pequeña burguesía tiene un papel enorme en la transformación de todas las sociedades. »

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