Divergencias sobre la presencia de la CEE en la conferencia, de Londres

La presencia «condicional» del presidente de la Comisión Europea, Roy Jenkins, en la cumbre económica de potencias occidentales de este fin de semana en Londres, origina serias divergencias entre los nueve países miembros del Mercado Común.

Durante el Consejo Europeo de jefes de Estado o de Gobierno, celebrado en Roma el pasado 25 y 26 de marzo, Francia aceptó que el 1 presidente de la Comisión Europea participase en Londres de ciertos trabajos, en los que la CEE tiene responsabilidades directas.Poco después, en Washington, Jimmy Carter, presidente de los Estados Unidos, declaró que no existía ninguna reserva por parte americana para que la CEE esté representada como tal en la cumbre de Londres.

El martes, durante el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, Francia se opuso a una participación directa del presidente de la Comisión Europea a la cita económico-política de Londres. París quiere que Jenkins asista sólo a la reunión del domingo,que estará dedicada a problemas de relaciones internacionales (diálogo Norte-Sur), energía y negociaciones comerciales multilaterales en el GATT.

Los «pequeños» de la CEE (Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca e Irlanda) que quedan excluidos del foro londinense de los «grandes» de la economía capitalista (Estados Unidos, Canadá, Japón República Federal de Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia) protestaron por la discriminación francesa -y británica- de no aceptar una' plena participación de la CEE, a partir del presidente de la Comisión Europea, Roy Jenkins.

Renaat van Elslande, ministro belga de Asuntos Exteriores, llegó -a sugerir que el presidente de la Comisión debería dar. un «portazo» en Londres y boicotear la invitación, en peligro de ser más protocolaria que eficaz.

En la Comisión Europea toman las cosas con más calma. Recuerdan que algo se ganará en Londres, teniendo en cuenta que las anteriores cumbres occidentales, en Rambuillet y en Puerto Rico, la CEE quedó totalmente excluida de los trabajos.

Boicot de Giscard

Por su parte, el presidente francés Valery Giscard d'Estaing, en una actitud digna de los tiempos gaullistas, marca su desacuerdo con la «mini-participación» comunitaria y anuncia que no asistirá a la cena de apertura de la cumbre, que el viernes 6 ofrecerá la reina de Gran Bretaña a los principales dirigentes de las potencias occidentales.

A lo mejor Giscard no quiere encontrarse con Roy Jenkines, que sí está invitado, por lo menos, a la cena de gala. Se comenta en Bruselas que el presidente Giscard no habría superado el malestar creado últimamente por la visita oficial del líder socialista François Mitterrand, recibido el pasado lunes en la sede de la CEE con todos los honores por el presidente Roy Jenkins y otros miembros de la Comisión Europea

Moderado optimismo

El presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, se desplazará hoy a la capital británica para intervenir en la conferencia económica occidental. Se trata del primer viaje del presidente norteamericano al extranjero desde que ocupa la Casa Blanca.

El presidente norteamericano, una vez finalizada la conferencia, mantendrá el Iunes una entrevista con el presidente francés, el canciller alemán y el primer ministro británico. Al día siguiente se reunirá en Ginebra con el presidente de Siria, Hafez El Assad y a continuación regresará a la capital británica para asistir al consejo ministerial de la OTAN.