Comunistas italianos y franceses no se presentarán unidos al Parlamento Europeo
Los comunistas italianos y los franceses no se presentarán unidos con una misma organización y programa en las elecciones del futuro Parlamento Europeo por sufragio universal.Esta es la conclusión más importante de la reciente visita del secretario del Partido Comunista Francés, Georges Marchais, al secretario comunista italiano, Enrico Berlinguer, con quien ha mantenido cuatro horas de conversaciones.
Georges Marchais, que descansará este fin de semana en Toscana, regresará a París el próximo martes, después de entrevistarse con el secretario general del Partido Socialista Italiano, Bettino Craxi. Ese mismo día será hecho público el comunicado conjunto de este nuevo contacto entre los dirigentes comunistas italiano y francés.
La primera visita de Marchais a Roma tuvo lugar en noviembre de 1975, y significó la «legitimación internacional» del Partido Comunista Francés, en la línea del acuerdo firmado con Mitterrand en 1972 sobre "la marcha democrática a través de las instituciones". Los franceses, sin embargo, no querían saber nada de Europa. Con la visita de Berlinguer a París, en junio de 1976, nació prácticamente el «eurocomunismo», que a pesar de la cumbre de Madrid no ha logrado todavía «institucionalizarse».
Con la reciente visita de Marchais a Berlinguer se da un paso hacia delante en dirección a Europa, aunque limitado y cauto, porque los franceses aceptan ahora ir al Parlamento Europeo, pero a condición de que no se rompan los actuales equilibrios nacionales ni resulte alienada la soberanía nacional, mientras los italianos quisieran dar a la Asamblea de Estrasburgo máximos poderes.
La diferente posición del PCF sobre este tema la ha justificado Marchais ante los periodistas, por «las diferentes situaciones en que se encuentran los dos países». El líder comunista francés manifestó, por otro lado, que la cooperación entre los dos partidos ha alcanzado ahora un nivel «cuya altura no había sido alcanzada nunca».
Es importante destacar que en sus entrevistas, Berlinguer y Marchais han hablado de las relaciones de Estado a Estado. El secretario general del PCF dijo a los periodistas que este tema se planteaba ahora con fuerza debido «al desarrollo de la cooperación entre los dos partidos».
Según Marchais, existe un desequilibrio entre la amplia cooperación que mantienen los dos partidos comunistas y las relaciones interiores que mantienen Francia e Italia en todos los terrenos, ya que el actual Gobierno francés ha privilegiado las relaciones con la República Federal de Alemania, en detrimento de Italia. Marchais y Berlinguer consideran que cuando las izquierdas lleguen al poder en los dos países, ese desequilibrio sería salvado, ya que se proponen dar prioridad a esas relaciones.
En conversaciones, los dos líderes comunistas han decidido que sus partidos hagan propuestas a los Gobiernos de los dos Estados para el desarrollo de las relaciones entre Roma y París.
Antes de que Marchais se desplazase a Roma, un alto exponente de su partido fue enviado a la capital italiana, en la cual mantuvo conversaciones con personalidades de otros partidos políticos, incluida la Democracia Cristiana. También mantuvo contactos con el Partido Socialista. Marchais ha manifestado su intención de mantener contactos con los dirigentes democristianos en viajes posteriores. Esta relación de los comunistas franceses con otros grupos políticos italianos se considera que entra dentro de la política de aproximación entre los dos Estados que preconizan Marchais y Berlinguer.
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