Libertades con reparos

Leyendo la carta del señor Cachán, en EL PAIS. del 2-3-77 contestando a otra del señor Holguera sobre «Los nuevos demócratas», me gustaría intentar, al menos, hacer algunas consideraciones.Yo también, señor Cachán, al igual que usted, leo EL PAIS todos los días, aunque con fines distintos a los suyos, yq que mi intención es adquirir un poco de información, cosa que por su extensa «bibliogtafia» a usted le sobra.

Pero puestos a aportar bibliografía de las promesas realizadas por los dirigentes de los países del Este, debería haber completado su aportación, incluyendo también las promesas hechas durante los últimos cuarenta años por muchos de los que el señor Holguera llama «nuevos demócratas».

Sin embargo, de forma harto parcial, se limita a mencionar unas situaciones que nadie pone en duda y que han sido condenadas por todos, olvidando dos cosas que creo fundamentales:

Primero. Que la falta de libertad para los partidos políticos no es una exclusiva de los países socialistas, ya que existe en una pequeña parte del mundo capitalista, y aún en estos, las limitaciones a los partidos comunistas son tan evidentes que más que unas libertades, es una tolerancia permitida, mientras no se cuestione el sistema de explotación.

Mientras tanto, en el resto de los países capitalistas las únicas «libertades» que tienen son: libertad para el analfabeto por falta de escuelas, libertad para morirse por falta de asistencia médica, o por que les pegue un tiro la «Triple A» o el «Escuadrón de la muerte» y un largo etcétera de «libertades» que si lee todos los días el periódico, señor Cachán, las conocerá perfectamente, y da la casualidad que estas «libertades» también han sido suprimidas en los países socialistas.

Segundo. Cuando el señor Holguera alude a unas situaciones vividas por él, que por lo visto usted no tiene recogidas en su extensa bibliografía (detenciones, multas, etcétera).

No quisiera terminar sin citar la parte de la carta del señor Holguera que considero más positiva, cuando dice «creo en la evolución de las personas, y en política lo que importa es el futuro, no el pasado». Pero al igual que el señor López Rodó no ha evolucionado, pienso, señor Cachán, y perdone que usted tampoco, por lo menos en cuanto al tema de los partidos comunistas se refiere, y pretende seguir utilizando los mismos tópicos de siempre, sin tener en cuenta la realidad de nuestro país en los últimos años en lo que concierne al PCE.