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Consolidación de la apertura española a Europa

Los Reyes de España pusieron anoche punto final a su visita a la República Federal de Alemania, iniciada el pasado martes. Don Juan Carlos y doña Sofía tienen prevista su llegada a la capital de España, hoy sábado, alrededor de las dos y media de la tarde, a bordo del mismo Boeing 727 de Iberia, «Cataluña», en el que llegaron a Bonn. Con ellos viajarán el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, y todo el séquito oficial del Rey.

Desde un punto de vista personal, la visita a la República Federal de Alemania, concluida anoche, supone para don Juan Carlos el reforzamiento de su imagen como Jefe de Estado de un país europeo, si sumamos este éxito conseguido aquí, al de los seis viajes anteriores con la sola excepción del hecho a Roma, del que nuestra diplomacia no quedó ni poco ni mucho satisfecha.Desde el punto de vista de la Monarquía supone un nuevo y fuerte espaldarazo en un momento especialmente importante para nuestro país, una vez que parece que se ha superado la crisis gubernamental abierta a raíz de la legalización del Partido Comunista, y apenas unos días después de la convocatoria oficial de las primeras elecciones generales en los últimos 41 años. Espaldarazo que debe de hacer absolutamente irreversible el proceso democrático ya en marcha en España, por el «eco asombroso que ha tenido este viaje», según palabras del ministro Oreja a los periodistas españoles aquí en Stuttgart.

Y finalmente, desde un punto de vista gubernamental, supone la consolidación de la apertura a Europa de nuestra política exterior iniciada sólo hace algunos meses, cuando la política exterior de nuestro país en los últimos cuarenta años, por la falta de credibilidad del régimen anterior, fue siempre una política exterior de segunda fila encaminada casi exclusivamente a. los países de la América del Sur y a algunos árabes.

Mercado Común

La política exterior de un país suele venir dictada por un sistema de prioridades y el tema prioritario español ahora mismo, según nos manifestó el ministro de Asuntos Exteriores, es Europa, y dentro de ella el Mercado Común. Tema que prima, por lo que se deduce, al de la OTAN, del que se ha hablado muy poco en este viaje curiosamente a pesar de ser Alemania el país número dos del sistema defensivo occidental, y a pesar del creciente interés que los militares germanos suelen poner en la Península Ibérica. Y en este aspecto comentaba sin triunfalismos a EL PAIS hace unos días en Bonn una persona próxima al ministro Oreja, es francamente alentador el que ahora mismo los diplomáticos españoles podamos sentamos a una mesa de negociación casi en igualdad de condiciones que cualquiera de cualquier país.

Euforia y satisfacción, o al revés, pueden ser las dos palabras que resuman este viaje de Estado de cinco días, realizado a la Alemania Federal. No se ha firmado nada, como estaba previsto, ni se ha hecho público comunicado conjunto alguno, cosa que por otra parte es poco usual en viajes de jefes de Estado. Pero todo hace pensar que el presidente Suárez realizará su viaje a la RFA previsto para 1977 aunque el ministro español que acompaña al Rey tenga la impresión contraria, como así nos lo hizo saber antes de las próximas elecciones. Ello por dos razones: una, porque los viajes de Estado importantes siempre van seguidos de viajes de ministros o primeros ministros, y dos, porque ni el propio Suárez sabe qué pasará llegadas las elecciones.

A este respecto ha trascendido de medios no oficiales que durante la entrevista mantenida por el Rey con el jefe de la oposición democristiana alemana, Helmut Kohl, éste le habría manifestado al Rey su interés por que el presidente Suárez se presentase a las próximas elecciones españolas encabezando una coalición de centro en la que cupiesen grupos de la democracia cristiana española.

La jornada de ayer del Rey en Stuttgart, última en la Alemania Federal, tuvo como eje principal una detenida visita a la factoría Mercedes, donde el Rey, durante su discurso, hizo una inusual propaganda de esta compañía, que, por otra parte, es uno de los principales motores económicos de la nación germana. Los directivos de la factoría regalaron al Monarca español una furgoneta Mercedes para usos médico-sanitarios.

Con los emigrantes

Hubo un factor sorpresa, que se produjo a sugerencia de un reducido grupo de periodistas españoles. Durante la recepción ofrecida en el Ayuntamiento de Stuttgart (por cierto, que el alcalde de la ciudad es hijo del mariscal Rommel), los periodistas hicimos saber al Rey que unos doscientos emigrantes es pañoles que esperaban fuera, con numerosos grupos de alemanes, querían saludarle. Don Juan Carlos se acercó a los grupos y escuchó detenidamente los problemas que éstos le expusieron. Entre grandes ovaciones y saludos emocionados, un emigrante le gritó a la cara al Rey: «A ver si España se convierte en una democracia para que dejemos de exportar de una vez mano de obra.» Don Juan Carlos prometió ocuparse del tema, en especial, de la educación de los hijos de los españoles que trabajan en la República Federal. Evidentemente, estos emigrantes no eran los mismos que durante la tarde recibió el Rey en presencia del embajador de España en Bonn, señor Garrigues, que saludaron, endomingados, a los Reyes, en medio de una fiesta organizada.

Otra sorpresa de la jornada de ayer fue la inesperada entrevista en Bonn del ministro de Asuntos Exteriores español con Willy Brandt. El señor Brandt, presidente de la socialdemocracia alemana y de la Internacional Socialista, ex canciller de la República Federal y futuro candidato a la presidencia del Parlamento Europeo, era el gran ausente de este viaje de los Reyes. La versión oficial era que el señor Brandt se encontraba fuera de la capital federal, cosa por otra parte cierta; Brandt se hallaba en su casa de campo, a no muchos kilómetros de Bonn.

Oreja y Brandt hablaron durante tres cuartos de hora. El propio ministro español explicó a los periodistas el temario: relaciones bilaterales, Mercado Común, Hispanoamérica, Países Arabes, próximo viaje del presidente Suárez a México y Estados Unidos, calendario político español y el viaje a la RFA del Rey. Oreja aseguró a los periodistas españoles que no había hablado del PSOE para nada. Como se sabe, Brandt ha venido apoyando sistemáticamente con aportaciones económicas al partido de Felipe González y mostró su disgusto por la legalización de los históricos por el Gobierno Suárez. El ministro Oreja manifestó, asimismo, a fos periodistas que había aprovechado su estancia en Bonn para tener una reunión con autoridades comunitarias, sin querer explicitar nada más.

La estancia en la República Federal de Alemania de los Reyes terminó con una cena de gala ofrecida por el presidente del Senado, del estado de Baden Wurttemberg, a los Reyes. Don Juan Carlos destacó en su discurso «esa prudente y sabia combinación del espíritu tradicional y dinamismo innovador, que son la prueba inconfundible de una buena administración y de una especial sensibilidad del Gobierno para los problemas que la vida moderna nos plantea». También señaló al land y su capital como un ejemplo de unión, de tradición, desarrollo, conservación del medio ambiente y de modelo en cuanto a las estructuras sociales.

En sus palabras comentó que Baden-Wurttemberg era una de las áreas europeas que sostenía relaciones con España con mayor intensidad y eficacia, no sólo por el comercio y las inversiones, sino también por la predilección de sus habitantes en cuanto a la elección de nuestro país para el turismo. Don Juan Carlos terminó su discurso, refiriéndose a las decenas de miles de trabajadores españoles que encuentran en esa tierra sus oportunidades de promoción social y también cultural.

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